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El Ayuntamiento ha celebrado el nombramiento como Hijo Predilecto de Valladolid al Arzobispo de Valladolid, Don Ricardo Blázquez, en un acto organizado en la Plaza de Portugalete junto a la Catedral, presidido por el alcalde, Óscar Puente, y al que han asistido los miembros del equipo de Gobierno Municipal y la Corporación Municipal, así como distintas autoridades.
Previamente, el homenajeado ha firmado en el Libro de Honor de la Casa Consistorial, desde donde se ha traslado junto con el alcalde de la ciudad hasta el lugar de celebración del homenaje.
El acto ha estado conducido por el director de COPE Castilla y León, Luis Jaramillo, y ha contado con la intervención de la Banda de la Escuela Municipal de Música de Valladolid, que ha interpretado distintas piezas musicales.
Antes del nombramiento, ha tomado la palabra el Obispo Auxiliar de Valladolid y Secretario de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, que trabaja día a día con Blázquez. Argüello ha incidido en la importancia de poder ser partícipes de "este momento singular en el que se hace un homenaje a una persona, pero también, permitidme que lo diga, a una institución" y ha mostrado su satisfacción porque "Don Ricardo, su persona, la bondad que atesora, la sabiduría que testimonia, la capacidad de generar paz y encuentro que atestigua, sea reconocido por nuestra institución municipal. La persona y la institución; para asegurar un coloquio entre la ciudadanía que se organiza en una institución y la Iglesia, en una mutua colaboración, en un respeto de cada cual, en un tiempo nuevo como el que nos toca vivir que precisa de capacidad de encuentro, de acogida, de un diálogo que supera la dialéctica de los contrarios y que busca puntos de encuentro y de favorecer el bien común".
Desde su gran conocimiento y experiencias compartidas ha expresado sobre Ricardo Blázquez que "ni altera ni se altera. Nos da paz. En medio de situaciones complicadas tiene la capacidad de transmitir paz, serenidad, tiempo, paciencia y buscar la manera de solucionar las situaciones difíciles".
Tras la intervención de Luis Argüello, ha tomado la palabra el alcalde, Óscar Puente, quien ha glosado la figura de Don Ricardo y sus méritos para el nombramiento que hoy recibe para después hacerle entrega del título que así lo acredita.
Puente ha destacado que "Don Ricardo, el hombre al que señalamos hoy con este reconocimiento, es un hombre sencillo, discreto, resistente, austero, tranquilo, educado, y cercano. Pero es, al mismo tiempo, un hombre importante, el cuatro cardenal de la historia del Diócesis de Valladolid, dos veces presidente de la Conferencia Episcopal Española; y son esas cualidades que la ciudad ve en Don Ricardo la que en el fondo ve en sí misma. Don Ricardo y Valladolid han sumido históricamente su importancia desde la sencillez y la humildad, sin alardes, para que sean los demás los que aprecien y reconozcan esas virtudes. Don Ricardo es un hombre que habla bajito y pausado, como Valladolid, pero que dice verdad y autenticidad en un discurso contundente, como Valladolid".
El alcalde ha destacado la excelente sintonía y colaboración que siempre se ha mantenido desde el ámbito Municipal con el Arzobispado y ha querido repasar la incesante actividad de Don Ricardo a lo largo de los años, especialmente proyectando la Diócesis vallisoletana a España y al mundo. Ejemplo de esa colaboración, ha sido el cumplir la vieja aspiración de poder llevar ante el obispo de Roma, el Papa, la Semana Santa de Valladolid, demostración de fé y cultura "el colofón del trabajo de Don Ricardo por Valladolid. Para llegar hasta allí ha sido imprescindible la ayuda de Don Ricardo, del personal del Arzobispado, de Antonio Pelayo y del obispo de Rotdon, Aurelio García. Con ellos, bajo el liderazgo de Don Ricardo, se consiguió que Valladolid fuese durante unos días referente indiscutible en el mundo de la religión y de la cultura".
Tras su intervención, Puente ha hecho entrega del reconocimiento a Don Ricardo Bláquez, quien lo ha recibido con emoción y se ha dirigido a los presentes diciendo "me recibís como hijo en la ciudad y yo me uno cordialmente a vuestra familia en relación recíproca. Por este motivo podemos llamar "nuestro" a lo que la historia nos ha transmitido; miramos el futuro con la misma esperanza e idéntico empeño. La Semana Santa es "nuestra" con pertenencia singular; esta plaza de Portugalete es "nuestra" por un título peculiar. De cara al futuro compartimos tareas, esperanzas e inquietudes como encomendadas a nuestra ciudad".
"La concesión y entrega del título "Hijo Predilecto de Valladolid" que hoy recibo – ha continuado expresando Don Ricardo - abre otra perspectiva, que me proporciona un motivo añadido de gratitud. El alcalde del Ayuntamiento de Valladolid otorga esta distinción al Arzobispo de la Diócesis; se unen el gobierno de la ciudad con la misión cristiana que me encomendó el Papa se me ha encomendado".
Blázquez ha recordado algunos importantes momentos de su trayectoria y de lo vivido "a lo largo de los 12 años transcurridos en la Diócesis, respetado y estimado por el Ayuntamiento de la ciudad. No puedo olvidar, pues está en el recuerdo del corazón, cómo cuando recibí el Palio metropolitano de manos del Papa Benedicto XVI, el 29 de junio de 2010, me acompañó una representación del Ayuntamiento presidida por el Sr. Alcalde; y lo mismo aconteció cuando el 14 de febrero de 2015 recibí el Capelo cardenalicio del Papa Francisco" y ha rememorado, al igual que el alcalde en su intervención, la presentación de la Semana Santa en Roma, "me alegro de la impresión eclesial, social y cultural que provocó. Haber podido contribuir en esa ocasión singular a la irradiación fuera de España de nuestra Semana Santa fue para mí motivo de honda satisfacción".
Para concluir, Don Ricardo ha su alegría por que " este título manifieste también la estima por la presencia de lo religioso en la ciudad y el reconocimiento que ofrece a los ciudadanos; lo valoro como signo de aprecio de la Administración por la contribución de la Iglesia al bien común. La fe cristiana es libre, pero no es irrelevante; a nadie se le puede imponer, pero su beneficio es perceptible cuando se despliega auténticamente en las personas y en su convivencia".
Y, además, durante su discurso, ha anunciado: "En la catedral deseo ser enterrado, para sellar de esta manera mi doble pertenencia, como arzobispo de Valladolid y como ciudadano con vosotros. He sido obispo para vosotros y soy vallisoletano con vosotros. Muchas gracias. ".