Fecha de la noticia
15 de enero de 2014
Descripción
- La selección permite aproximarse a la figura del artista alemán, uno de los grandes creadores del Renacimiento, consagrado como un verdadero maestro en el grabado
"Durero. La exaltación de la belleza" es el título de la muestra que la sala de exposiciones de La Pasión acoge desde hoy y hasta el próximo 2 de marzo, formada por 113 obras que recorren la biografía y la experiencia artística e intelectual de este genial creador del Renacimiento, quien hizo del grabado un arte mayor.
El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, la concejala de Cultura, Comercio y Turismo, Mercedes Cantalapiedra Álvarez, y la comisaria de la exposición, Rosa Perales, han inaugurado hoy esta selección de grabados, que pertenecen a la colección privada de los italianos Elisa Moretti y Paolo dal Bosco, propietarios de la práctica totalidad de las obras del artista en este campo.
Por un lado, se presenta la primera su primera etapa artística, con grabados anteriores a 1500, entre los que destaca la xilografía titulada 'La Sagrada Familia', el buril 'La imagen con el mono', 'La Lucha entre Hércules y Caco' y 'El cerdo monstruoso'.
La Natividad
En el apartado destinado a la maestría técnica del creador, que incluye obras realizadas con diferentes técnicas, destacan 'Escudo de armas con calavera', 'El caballo grande' y 'La Natividad', considerada una de las mejores obras del Renacimiento del sur de Europa.
Por otra parte, se destinan dos áreas a la búsqueda de la belleza absoluta y el clasicismo, en las que sobresalen trabajos como 'El caballero, la muerte y el diablo', 'La Melancolía', 'Carro Triunfal' y 'El rapto a lomos del unicornio'. El discurso expositivo se completa con otras etapas creativas sobre la pasión y la Virgen, en la que se incluyen obras como 'La vida de la Virgen', 'La huida a Egipto', 'La Pasión Pequeña' y 'La Pasión Grande'.
Para entender la trayectoria de Durero, hay que resaltar la importancia de la formación que recibe de joven junto a su padre, orfebre de profesión, lo que le familiariza muy pronto con el grabado, una técnica "que completará más tarde al viajar a Italia e imbuirse del espíritu del Renacimiento. Vuelve a desplazarse a Italia para profundizar en las proporciones, la perspectiva y los textos clásicos, y también conoce Venecia", precisó Rosa Perales.
Compromiso intelectual
Durero también reivindicó la figura del artista desde su compromiso intelectual, como creador, y plasmó en sus grabados la preocupación ante la crisis moral de su tiempo, cristalizada en la reforma luterana. "De hecho, se enfrentó a la contradicción de seguir estas creencias que prohíben la difusión de imágenes religiosas, y trató con figuras tan eminentes como Erasmo de Rotterdam", explicó la comisaria.
Su continua investigación artística, unida a la pasión por el detalle dentro de los cánones de la belleza renacentista, le permitió ser un maestro en tres técnicas de grabado: entalladura o xilografía (relieve sobre madera), buril y punta seca (sobre plancha metálica), y aguafuerte, también sobre plancha metálica protegida con barniz.