Inaugurada en la Oficina de Turismo una exposición fotográfica sobre la Virgen de los Pegotes
Inaugurada en la Oficina de Turismo una exposición fotográfica sobre la Virgen de los Pegotes
Inaugurada en la Oficina de Turismo una exposición fotográfica sobre la Virgen de los Pegotes
El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y el alcalde de la localidad de Nava del Rey, Guzmán GómImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoez Alonso, acompañados de la concejala de Cultura, Comercio y Turismo, Mercedes Cantalapiedra, han inaugurado hoy, en la Sala de Exposiciones de la Oficina de Turismo, la muestra "Fotografías de la Virgen de los Pegotes Nava del Rey (Valladolid)", que se enmarca dentro de las acciones de promoción impulsadas desde el consistorio navarrés para que esta fiesta sea Declarada de Interés Turístico Nacional.
Esta exposición se suma a las ya celebradas en las localidades madrileñas de Collado Villalba, Las Rozas-Las Matas, Navacerrada, Moralzarzal, y la propia Nava del Rey, y se compone de 40 fotografías de 16 autores profesionales, aficionados y periodistas: Julio Álvarez, Ignacio Cantalapiedra, Chema Concellón, Laura Crawford, José Carlos Duque, Javier García, Enrique García, Pedro Grifol, Agustín Hernández, Fran Jiménez, Dolores de Lara, Raquel Martín, Leandro Martínez, Eric Rodríguez, José Manuel Rodríguez y Ricardo Sánchez.
Las fotografías están realizadas durante la celebración de esta tradicional fiesta, de La Bajada y La Subida de Nuestra Señora de la Concepción, popularmente conocida como Virgen de los Pegotes, que se celebra en las noches del 30 de noviembre y del 8 de diciembre en Nava del Rey, donde la Patrona de esta localidad, desciende (30 de noviembre), en un carruaje tirado por mulas desde la ermita de Pico Zarcero hasta el municipio, estando el recorrido iluminado por hogueras de pino y antorchas conocidas como
"pegotes". Tras la celebración de un novenario en la parroquia de los Santos Juanes, la Virgen regresa (8 de diciembre), con idéntico ritual hasta su ermita.
La muestra podrá ser contemplada, en las instalaciones turísticas, hasta el próximo 11 de enero, en horario de mañana y tarde, de lunes a sábado, y sólo por la mañana, los domingos.
Una fiesta tradicional
Las primeras referencias a Nuestra Señora de la Concepción son de mediados del siglo XVI, fecha en la que se construye la homónima ermita en el altozano conocido como Pico Zarcero y donde poco después se asentará el Convento de San Agustín.
Posteriormente, tras abandonar la ermita de los agustinos, el templo retomará el culto a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de la Cuesta o del Pico Zarzero, aumentando su devoción durante el siglo XVII con numerosas procesiones y rogativas a fin de encomendar las cosechas a la voluntad mariana; devoción que culmina en el año 1745 cuando el Ayuntamiento le vota por Patrona y acuerda celebrar un novenario en su honor del 30 de noviembre al 8 de diciembre, descendiendo la imagen hasta la parroquia en día 6 de diciembre en solemne procesión.Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contexto
Momentos antes de esta celebración se declaró una tormenta que obligó a retrasar la procesión e iluminar, artificialmente, el trayecto de la misma con hogueras y pegotes, antorchas realizadas a base de pez, de donde surge el apelativo de Virgen de los Pegotes. El resultado fue tan vistoso que el fuego ha perdurado en las calles de Nava del Rey con el paso de los siglos.
Inicialmente, la Virgen descendía en andas o carruajes cedidos por los vecinos hasta que en 1893 se fabricó, ex profeso, el actual coche de caballos –costeado por la familia Pino Rodríguez-, que es tirado por mulas, animal habitual en los quehaceres agrícolas de Nava del Rey. El ganado es, sabiamente, conducido por un grupo de muleros que retan a la gélida noche con ponche y vino añejo ofrecido por algunos vecinos. Además, es habitual que fumen puros –obsequio del Ayuntamiento desde el siglo XIX- y que luzcan un pañuelo en la cabeza para protegerse de las flamantes morceñas. Dentro del coche, igual que en centurias, la Patrona es escoltada por el párroco, el alcalde y un descendiente del donante.
La Bajada y La Subida
La Bajada se celebra en la noche del día 30 de noviembre cuando la Virgen abandona la ermita del Pico Zarcero, alcanzando el dosel del altar mayor de los Santos Juanes alentada por incesantes vítores, popularmente conocidos como "vivas". Como en el siglo XVIII, en las calles de Nava del Rey no falta ni el calor de las hogueras, ni la luz, ni los pegotes. Originalmente, La Bajada se celebraba en 6 de diciembre, hasta que en 1962, el ayuntamiento de la localidad lo permutó por el día 30 de noviembre para que la imagen permaneciera en la parroquia durante toda la novena.
La Subida tiene lugar el día 8 de diciembre, al finalizar el novenario, cuando la Hermandad de las Hijas de María engalana a la Virgen con mantos y joyas para comenzar la procesión de regreso hacia la ermita. Durante el recorrido la comitiva efectúa diferentes pausas para que los fieles dediquen sus mejores piropos a la Virgen.
En la calle Manuel Salvador Carmona, el fuego se acompasa al ritmo de la campaña conventual de las Terciarias Franciscanas; mientras, los vecinos se agrupan en hogueras para contrarrestar el frío. A la salida del casco urbano, la comitiva se detiene nuevamente para que el párroco dirija una breve alocución antes de cantar La Salve. A partir de ahí, el discurrir procesional se dirige al Pico Zarcero por la pedregosa cañada de Valdego, hasta la llegada a la ermita. Después de colocar la Virgen en el altar mayor se entona su himno compuesto en 1956.
Antiguamente, existía la costumbre de aprovechar las brasas de las hogueras para asar castañas, de donde nace la advocación de Virgen de las Castañas. Rememorando esa práctica, tanto La Bajada como a La Subida finalizan en el patio barraco del ayuntamiento con una degustación de productos típicos y castañas asadas.