Descripción
El concejal de Desarrollo Sostenible y Nuevas Tecnologías, Jesús Enríquez Tauler, ha recibido a mediodía de hoy uno de los Premios de Calidad y Modernización de la Administración de Castilla y León, en su edición de 2008, correspondiente al Ayuntamiento de Valladolid por la implantación de sistemas de gestión ambiental en centros escolares según la Norma ISO 14.001:2004.
La entrega de este galardón, que ha tenido lugar en la Sala Fray Pío del Monasterio del Prado bajo la presidencia de la consejera de Administración Autonómica, Isabel Alonso, reconoce la labor desarrollada por el Ayuntamiento en este sentido, con cinco centros certificados hasta el momento: colegios Alonso Berruguete, Gonzalo de Córdoba y Nuestra Señora del Carmen, Instituto Ramón y Cajal y escuela infantil municipal El Tobogán.
Este programa se desarrolla gracias al convenio de colaboración suscrito entre la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento para realizar iniciativas de educación ambiental, desde el año 2001, y afecta a un total de 3.207 alumnos y a sus 263 profesores. La distribución por centros es la siguiente:
-
Colegio Alonso Berruguete 45 profesores 710 alumnos
-
Colegio Gonzalo de Córdoba 19 profesores 300 alumnos
-
Escuela El Tobogán 7 profesores 42 alumnos
-
Instituto Ramón y Cajal 96 profesores 900 alumnos
-
Colegio Nuestra Señora del Carmen 76 profesores 1.000 alumnos
-
Comedor Alonso Berruguete 14 trabajadores 180 alumnos
-
Comedor Infantil Compartido El Tobogán y Colegio Vicente Aleixandre 6 trabajadores 75 alumnos
Entre los objetivos generales de la implantación de sistemas de gestión ambiental, hay que citar el incremento de la sensibilización en esta materia por toda la comunidad educativa; mejora del conocimiento de la situación medioambiental del centro y del cumplimiento de los requisitos legales; mejora de la gestión en el uso de energía, recursos y tratamiento de residuos y reducción de los costes de conservación de los centros.
Agua, gas y electricidad
Así, se concede especial importancia al ahorro energético, plasmado en el uso racional del agua y otras materias primas, con el propósito de reducir cada año el consumo de agua y electricidad respecto al curso anterior, y a la gestión de los residuos como pilas, cartuchos de tinta, aerosoles...
Los resultados obtenidos, contrastados mediante la evaluación del programa, permiten concluir que los cinco centros han logrado mejorar su comportamiento ambiental reflejado en menores consumos de agua, gas, electricidad, papel y otras materias primas, sin olvidar la correcta gestión de los residuos y el aprovechamiento más racional de los recursos.