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Descripción

El interés de esta obra, que es fruto de la brillante tesis doctoral que hace ya dos años defendió Víctor Arenzana bajo la dirección de la profesora Irene Ruiz Albi, es doble.

Por un lado, permite ahondar en el conocimiento de la historia del más importante órgano de gobierno de la ciudad, el Ayuntamiento Pleno, a través de un completo estudio institucional en el que se analizan la composición, las atribuciones y la hacienda del concejo de Valladolid en los primeros años del siglo XVI, un estudio que viene a llenar el vacío existente hasta ahora en la historiografía vallisoletana.

Por otro lado, esta obra constituye una fuente de información única sobre la historia de la ciudad durante un período crucial, los más de veinte años que transcurren desde 1497 hasta 1520, unos años en que Valladolid, una de las villas más prósperas y dinámicas del reino de Castilla, deja atrás su brillante siglo XV y se prepara para los nuevos tiempos que llegan de la mano de la dinastía que inaugura Carlos V.

A ello va dedicada la parte central del trabajo de Víctor Arenzana: el completo análisis, estudio y descripción de las 2302 reuniones que el Concejo, Justicia y Regimiento de Valladolid celebró a lo largo de esos veinticuatro años, gracias al cual podemos conocer de forma precisa y exhaustiva todos los asuntos que se trataban en aquellas reuniones concejiles, que eran los negocios que afectaban a la villa y a la vida de sus habitantes: la política, la hacienda y el urbanismo; las relaciones de la villa con la corona y con otras villas y ciudades; el abastecimiento y el comercio de todo tipo de géneros; la actividad económica y laboral de los vecinos; las costumbres, la moralidad, el ocio, la fiesta urbana y, en resumen, sobre la vida de una villa que vive un período de expansión en los años previos a la llegada de Carlos V.

La consulta de esta información se verá también favorecida por el formato en que se presenta esta parte de la obra: un CD que permite acceder de forma rápida estos registros, con la ayuda de unos completos índices de personas, lugares e instituciones. Gracias a ello, especialistas de todas las disciplinas de la historia (arte, economía, urbanismo, mentalidades, sociedad, cultura) tendrán a su disposición una fuente de información única, puesto que los libros de actas son prácticamente la única fuente documental de los albores de la Modernidad que ha llegado hasta nosotros.