El Ayuntamiento coloca trece placas para señalar las huellas de las mujeres Ilustres en la ciudad
Se recuerda a reinas, religiosas, artistas, maestras, periodistas e incluso espías que tuvieron un papel público o anónimo en Valladolid
Se recuerda a reinas, religiosas, artistas, maestras, periodistas e incluso espías que tuvieron un papel público o anónimo en Valladolid
La concejala de Cultura y Turismo, Ana Redondo, ha visitado este miércoles algunas de las trece placas de bronce que el Ayuntamiento, a través de la Sociedad Mixta para la promoción del Turismo, ha colocado en la ciudad y que recuerdan el paso o vinculación de diferentes mujeres Ilustres con Valladolid.
Se trata de un reconocimiento a aquellas mujeres que, de forma pública o anónima, construyeron parte de la historia de la ciudad.
Las placas hacen referencia a figuras de la realeza como Juana I de Castilla en el Palacio de Pimentel, donde los procuradores la juraron como Reina en 1506; o Catalina de Lancáster, reina consorte de Castilla y que se recuerda en las inmediaciones del IES Zorrilla, en la plaza de San Pablo, donde mandó construir un palacio en la ciudad en el que finalmente falleció. Pero también María de Zúñiga, cuyo palacio se ubicaba en la antigua calle de Boariza, hoy María de Molina, y donde fundó una comunidad de retiro para mujeres que en 1506 pasaría a convertirse en el Monasterio de Santa Cruz de Caballeras Comendadoras de la Orden de Santiago.
Este proyecto también recuerda la vinculación con la ciudad de María de Toledo y Cononna, duquesa de Alba, quien fundó en las inmediaciones de Filipinos y la Plaza de Colón el Convento de Nuestra Señora de la Laura, que albergó una copia de la Sábana Santa de Turín. La duquesa además falleció en 1612 en las casas que ella misma se hizo construir junto a este convento.
Por otro lado, en el exterior del actual Colegio de San José se homenajea a Marina de Guevara, Catalina de Reinoso, Margarita de Satisteban y María de Miranda, cuatro religiosas ajusticiadas por herejía en el siglo XVI en la Plaza Mayor de la ciudad y que tenían su convento en los solares que actualmente ocupa este centro.
En la Plaza de España, junto a la iglesia de Nuestra Señora de la Paz, se encuentra la placa dedicada a Magdalena de Ulloa, fundadora del convento de san Felipe de la Penitencia, que se alzaba en ese lugar. Estuvo casada con el mayordomo mayor de Carlos I y se encargó del cuidado y ocupación de Juan de Austria a quien educó en las artes, las letras, la religión y el manejo de las armas.
Junto a la estatua de Colón, se encuentra otra de las placas, en este caso dedicada a las mujeres vallisoletanas que se fueron a América en los siglos XVI y XVII. También se reconoce a Beatriz Bernal, autora de Don Cristalián de España, única novela de caballerías del siglo XVI en la que se ha podido confirmar que su autora era una mujer y que cuenta con un reconocimiento en la calle Echegaray, en la esquina con Portugalete.
En la calle Vega 18, se recuerda a Marcelina Poncela Ontoria, pintora de repercusión nacional, nacida en 1864, alumna de José Martí y Monsó y una de las primeras seis mujeres que se matricularon en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado, gracias a un permiso del Rey. También pintora, pero nacida en 1926 fue Mercedes del Val Trouillhet, académica de número en la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid y gran amante del paisaje castellano, sobretodo de Valladolid. Vivió en la calle Doctrinos, donde se ubica la placa conmemorativa.
De la época de la Guerra de la Independencia se homenajea junto al Palacio Real a dos vallisoletanas como Rosa Aguado y Nicolasa Centeno, quienes haciéndose pasar por amantes de las máximas autoridades castrenses y políticas napoleónicas de la ciudad, procuraron información a guerrilleros, ayudando a la resistencia ciudadana frente a los franceses.
También se recuerda en la Plaza de España, en la fachada del Colegio Público García Quintana a una maestra, Aurelia Gutiérrez-Cueto Blanchard, nacida en 1877 y referente para los docentes vallisoletanos. Cuando estalló la Guerra Civil, era profesora en ese edificio, que entonces albergaba la antigua Escuela Normal de Valladolid. Fue asesinada en 1936.
Por último, el Ayuntamiento también ha querido reconocer la labor de María Teresa Íñigo de Toro, primera mujer en España en dirigir una emisora de radio, La Voz de Valladolid, y Premio Ondas en 1961. Su placa se encuentra en la calle Duque de la Victoria número 5.
Toda la información sobre la ubicación de cada uno de estos reconocimientos, está recogido en la web info.valladolid.es