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Las Concejalías de Movilidad y Educación del Ayuntamiento de Valladolid unen esfuerzos para la puesta en marcha del proyecto "Caminos escolares seguros", en base a la iniciativa de la DGT "Camino escolar paso a paso", que arrancará en los colegios públicos García Quintana y Miguel de Cervantes, gracias a la colaboración de la Dirección Provincial de Tráfico y la Junta de Castilla y León.
La idea, que pretende implicar a la sociedad entera, supone situar las necesidades de movilidad de los escolares "en el centro de la acción pública y el interés social, con el fin de crear unas condiciones adecuadas para sus desplazamientos cotidianos".
El alcalde de Valladolid, Oscar Puente, que asistió a la presentación de la iniciativa en la biblioteca del colegio García Quintana, -encuadrada en los actos de la Semana de la Movilidad, pero con proyección a largo plazo-, destacó la vulnerabilidad de este colectivo, los niños, cuyos desplazamientos y seguridad vial se pretenden, de este modo, mejorar, intentando desterrar los peligros del tráfico motorizado y el social (desconfianza de los padres ante los cruces peligrosos, la velocidad del tráfico rodado o el miedo al daño que puedan sufrir los pequeños ante personas desconocidas).
Se trata, en definitiva de "reconquistar la calle", incrementando la autonomía de los escolares, luchando contra el triunfo de la privatización (el transporte en vehículo privado) frente al bienestar común, contando como aliados con el comercio de barrio (locales comerciales que pongan en sus escaparates la pegatina de "comercio amigo") y colaboren en la vigilancia de la seguridad, facilitando a los niños un teléfono en caso de necesidad, o permitiéndoles, por ejemplo, que usen sus servicios.
Con el apoyo de estos y otros colectivos y la experiencia y colaboración de la Jefatura Provincial de Tráfico, la necesaria coordinación con la Dirección Provincial de Educación y las AMPAS y direcciones de los centros respectivos, se intenta que el proyecto de camino escolar no sea visto "como una concesión que los adultos hacen a los menores, sino como una contribución activa de la infancia al bienestar general, ya que la ciudad, para poder ser un espacio habitable y de convivencia, necesita que ellas y ellos caminen libres".
El público objetivo son los niños de Primaria, cuyos caminos escolares abarcarán la distancia entre sus viviendas y el colegio, -un radio de aproximadamente 1,5 kilómetros-.
A partir de entrevistas con los niños para conocer sus hábitos de desplazamiento, se han diseñado rutas, escogiendo los itinerarios más concurridos por los escolares tras la revisión detallada del espacio urbano desde el punto de vista de la Seguridad Vial.
Así, se interviene en esos itinerarios, poniéndose en el punto de vista de un peatón con una estatura de poco más de un metro, corrigiendo defectos en el recorrido, como estancamientos de agua en pasos de peatones, por ejemplo, y realizando los cambios necesarios en el mobiliario urbano.
De todo ello se informa a los Consejos Escolares y se harán recorridos a pie con los niños para que conozcan los itinerarios, además de organizar charlas de educación vial en los propios colegios.