Descripción


La Sala de las Francesas ha acogido esta mañana la presentación del diciembre el BELÉN MONUMENTAL, realizado por la ASOCIACIÓN BELENISTA CASTELLANA. Al acto han asistido la concejala de Cultura y Turismo, Ana María Redondo; y el presidente de la citada Asociación, Ricardo Rodríguez Salmerón.


Este año la idea de construir un belén artístico está basado en el Señor de los Anillos. Muchos de los pasajes del Señor de los Anillos guardan estrecha relación con ambientes bíblicos e incluso de la vida de Jesús, claro está, ambientados de una forma y en situaciones diferentes. Las inmensas figuras de los argonaths nos dan la bienvenida, representando a los guardianes del espacio sagrado donde tiene lugar el misterio de la Natividad. Solamente los limpios de corazón pueden pasar.


Una vez dentro nos encontramos con la fortaleza de Minas Tirith, donde el Rey Herodes tiene su residencia. Los Reyes Magos descienden del castillo camino de Belén, representado por los paisajes de Rivendel, el paraíso de los Elfos, seres espirituales, angélicos que anunciarán la venida del mesías prometido. Entre medias estará el idílico valle de la comarca, donde residen los hobbits, personas de buena voluntad, con sus típicas casas-bodega y de donde los pastores salen camino de Belén para adorar al Niño Dios que ha nacido. Los valores que surgen en "El Señor de los anillos" son similares a los que manan del evangelio, y por tanto ese es el sentido con que hemos pretendido impregnar este Belén.


LA HISTORIA DE LOS BELENES


La historia del nacimiento de Jesús y todos los hechos que lo rodearon, tales como la anunciación a los pastores y la adoración de los Reyes entre otros, son escenas que habitualmente se representan en el arte del belenismo. Los datos de que dispone el belenista es el suceso en sí, y lo encuentra solamente en dos Evangelios Canónicos, los de Mateo y Lucas, o en los Evangelios Apócrifos (no reconocidos por la Iglesia Católica), estos son más explícitos y añaden cierto número de detalles que proporcionan más ternura al nacimiento de Jesús. Estas fuentes sirven de guía a la imaginación y pauta a seguir en la escena que el belenista desea representar.


En el S. II se adoptaron temas del Nacimiento de Cristo, pudiendo apreciar algunas muestras de estas representaciones en la Catacumba de Priscila, en la que aparece por primera vez la Virgen con el Niño en brazos y a su lado el profeta Isaías apuntando con el dedo hacia una estrella.


Dice la historia que San Francisco tras su peregrinación a los Santos Lugares, celebra la Eucaristía en la Nochebuena de 1223 en una cueva del pueblo italiano de Greccio, próximo al convento del Santo. Prepara una representación viviente de un pesebre con una mula y un buey, considerándose desde entonces esta representación como el origen del belenismo. Cuenta una leyenda que debido al frío un muñeco fue elegido para representar al niño Jesús y en la hora del nacimiento el muñeco empezó a llorar


Como referencias más antiguas que tenemos respecto a los primero belenes que se realizaron en el mundo, citamos el que fuera realizado por Arnolfo di Cambio (Florencia 1289). Este arquitecto de la Catedral de Florencia talló figuras en mármol blanco, parte de las cuales se conservan aún en Santa María la Mayor de Roma.


Durante los siglos XIV y XV las iglesias italianas se llenan de hermosos belenes fijos, como los de Andrea della Robia en el Duomo de Valterra. Con el barroco se impulsó de forma definitiva la realización de belenes. El auge de la escultura y la incorporación del espacio escénico y los detalles introducen el belén en las casas señoriales. De estas a la burguesía y de aquí al pueblo, produciéndose un gran desarrollo en los siglos XVII y XVIII hasta nuestros días.


En España, el Belén es introducido por la orden franciscana en el siglo XV. Del siglo XVI todavía se conserva el Belén de Coral en el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, todas las figuras están talladas en coral, plata y bronce, desconociéndose su autor o autores. Autores como Martínez Montañés en el siglo XVI, Luisa Roldán "La Roldana" en el siglo XVII, contribuyeron con sus esculturas al auge que posteriormente tomaría la instalación de belenes.


Como anécdota de este siglo XVII, basta observar lo que en el inventario de bienes de Lope de Vega, constan las figuras de un belén que se ponía en su casa. Carlos III, que había hecho del nacimiento una institución nacional en Italia mientras ocupó el trono de Nápoles, introdujo el arte del belenismo en España, encargando más de 200 figuras a los artistas valencianos José Estévez Bonet y José Ginés Marín y al imaginero murciano Salzillo, que construyeran figuras para una de las creaciones más queridas: "El belén del príncipe", para su hijo Carlos IV. Este belén se caracteriza por tener figuras de diferentes tamaños para una acertada perspectiva al ser colocadas. Aún se conservan muchas figuras en el Palacio Real. Como ocurrió en Italia arraigo en las costumbres populares.


Destacar también al imaginero murciano Francisco Salcillo (siglo XVIII) por sus aportaciones al belenismo en España. Un monumental belén encargado por el Marqués de Riquelme con más de 900 figuras que se conserva casi completo en el Museo Salcillo de Murcia.


La muestra se podría visitar en la Sala Municipal de la Iglesia de Las Francesas, hasta el 8 de enero de 2017.