El alcalde de Valladolid ha visitado hoy los restos de ambas construcciones, situados en la margen derecha del Pisuerga, y que ya resultan accesibles a los ciudadanos por un paseo
El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y la concejala de Cultura, Comercio y Turismo, Mercedes Cantalapiedra Álvarez, han asistido hoy a la apertura del camino de acceso al Palacio de la Ribera
y a una antigua central eléctrica situadas en la margen derecha del Pisuerga, que conecta ambas construcciones con la calle Leopoldo de Castro, en Huerta del Rey.
Gracias a esta actuación municipal, los restos de ambas edificaciones resultan accesibles a los ciudadanos, y permiten la puesta en valor de unos elementos tan claramente vinculados al río Pisuerga y a la historia de Valladolid. El presupuesto de ejecución material de la obra, realizada por la empresa Ceteco, ha ascendido a 150.000 euros, bajo la dirección del arqueólogo Miguel Ángel Martín.
Una primera intervención promovida por el Ayuntamiento de Valladolid en 2009, con cargo entonces al Plan E, permitió una recuperación inicial de los restos arqueológicos ahora, además del trazado del camino de 2,5 metros de anchura, se ha instalado mobiliario urbano y alumbrado público para hacer más seguro el recorrido, realizando también labores de limpieza y desbroce.
En el Palacio de la Ribera, concretamente, se han limpiado los muros exteriores, completando también los trabajos arqueológicos realizados en 2009, para sanear el interior del inmueble y catalogar las piezas menores encontradas, algunas de cierto interés, que se han depositado como es preceptivo en el Museo de Valladolid.
Este recreo estival fue mandado construir hacia 1602 por el Duque de Lerma, valido de Felipe III, para que el monarca y la Corte pasaran momentos de asueto y entretenimiento en la ribera del río. El lienzo de piedra conservado es el principal resto visible de la construcción, situada frente a la Playa de Las Moreras.
Abastecimiento de energía
Respecto a la central eléctrica, situada en el extremo norte del trazado, hay que recordar que fue levantada en 1883 por la Sociedad Electricista Vallisoletana para proveer de energía a la ciudad, que entonces ya contaba con una importante industria agroalimentaria, centrada fundamentalmente en las harinas, y de reparación de los ferrocarriles.
Al acto han asistido también representantes de la Asociación de Amigos del Pisuerga, entidad que propuso esta actuación y a la que el alcalde ha agradecidos sus desvelos por conservar el cauce fluvial a su paso por Valladolid.