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Descripción
Las salas 1 y 2 delMuseo Patio Herreriano de valladolid, presenta desde hoy viernes dia 31 de agosto y hasta el 28 de octubre de 2018, la exposición "ABBAS. Crónicas del Mundo. Homenaje al fotógrafo y humanista". La exposición se dibide en 9 apartados que son un resumen d esu vida artística. Es la primera retrospectiva que se realiza en el mundo del fotógrafo tras su muerte.
La muestra es un homenaje a un nombre de referencia en la fotografía de reportaje de las últimas cinco décadas, Abbas Attar fallecido hace muy pocos meses. Miembro de Sipa entre 1971 y 1973, de Gamma entre 1974 y 1980, Abbas comenzó a colaborar con la Agencia Magnum en 1981 y en 1985 se hizo miembro de la misma.
Abbas es un fotógrafo iraní trasladado a París. Se dedicó a documentar la vida política y social de las sociedades en conflicto. En el culmen de su obra, desde 1970, cubrió guerras y revoluciones en Nigeria, Bangladesh, Irlanda del Norte, Vietnam, Oriente Medio, Chile, Cuba, y durante el apartheid en Sudáfrica.
Entre 1978 y 1980, Abbas fotografió la revolución de Irán, a donde había regresado en 1997 después de diecisiete años de exilio voluntario. Su libro Iran Diary 1971-2002 es una interpretación crítica de la historia iraní, fotografiada y escrita como un periodista independiente.
Durante sus años de exilio Abbas estuvo constantemente viajando. Entre 1983 y 1986 viajó a través de México intentando fotografiar el país como un novelista pudiera escribir sobre él. La exhibición y el libro que dio como resultado, Return to Mexico: Joruneys Beyond the Mask, ayudó a definir su estética fotográfica.
Entre 1987 y 1994 se centró en el resurgir del Islam en todo el mundo. Allah o Akba: A Journey Trough Militant Islam, el libro y la exposición resultantes, abarcaban veintinueve países y cuatro continentes, con especial atención después de los ataques de yihadistas islámicos el 11 de septiembre. Un libro posterior, Faces of Christianity: A Photographic Journey (200) y su exposición exploraban el cristianismo como un fenómeno político, ritual y espiritual.
El interés de Abbas por la religión le llevó a empezar un proyecto sobre el animismo en el 2000, en el que buscaba descubrir por qué los rituales no racionales había remergido en un mundo cada vez más definido por la ciencia y la tecnología. Abandonó esta empresa en 2002, en el primer aniversario del 11 S, para empezar un proyecto a largo plazo sobre el choque de las religiones, definido como una cultura más que como una certeza, que él creía que estaba cambiando en ideologías políticas y por lo tanto una de las causas de los enfrentamientos estratégicas del mundo moderno.
Desde 2008 y hasta 2010 Abbas viajó por el mundo del budismo, fotografiando con la misma mirada escéptica. Después concluyó un proyecto similar a cerca del hinduismo. A este trabajo le siguió otro sobre el judaísmo en el mundo.
"SOY ABBAS. SOY FOTÓGRAFO, LO QUE SIGNIFICA QUE ESCRIBO CON LUZ"
Abass es conocido como el fotógrafo de fotógrafos. Miembro de la legendaria Agencia Magnum de fotografía desde 1980, las fotos de Abbas han aparecido en miles de publicaciones por todo el mundo. Sus fotografías de la lucha en Irlanda del Norte a finales de los sesenta, el combate de Muhammad Ali contra George Foreman en ‘Rumble in the Jungle! en 1974, sus estudios del Islam y el Cristianismo y sus fotos de la lucha anti-Apartheid en Sudáfrica están entre las más conocidas y admiradas fotografías del siglo XX.
Además, las fotos de Abbas durante la revolución han trascendido su obra. Abbas es iraní. Su padre se trasladó a Argelia en la década de los cincuenta para establecerse en una comunidad local Baha’i cuando Abbas era aún un niño. Abbas no regresó a Irán hasta 1970. Esto es todo lo que sabrás sobre su vida personal, todo lo que sabemos. Él únicamente quiere que miremos su fotos y a él le dejemos tranquilo. Ni siquiera ha querido decirnos su apellido.
ABBAS, EL FOTÓGRAFO QUE ESCRIBÍA CON LUZ
Recorrió el mundo con su cámara, fotografiando algunos de los principales conflictos y revoluciones de las últimas seis décadas. Irlanda del Norte, Vietnam, Oriente Medio, Chile, Cuba, o Sudáfrica durante el Apartheid fueron solo algunos de los destinos que el fotógrafo de la prestigiosa agencia Magnum Photo, Abbas Attar, recorrió a lo largo de su carrera. El pasado día 25 de abril falleció en París, donde vivía, a los 74 años, muy lejos de su Irán natal.
"Fue un pilar de Magnum, un padrino para toda una generación de fotoperiodistas más jóvenes. Un iraní trasplantado a París, un ciudadano del mundo que sin descanso documentó durante toda su vida; sus guerras, sus desastres, sus revoluciones y sus creencias. Con una pena inconmensurable, lo hemos perdido. Que los dioses y los ángeles de todas las religiones que tan apasionadamente fotografió estén ahí para él". Con estas palabras ha dicho adiós y rendido tributo al fallecido fotógrafo, el presidente de Magnum, Thomas Dworzak, en la web de la agencia.
Abbas Attar dedicó toda su carrera a documentar la vida en países en conflicto, su política, su cultura, su religión; y solía hacer hincapié en el propio término, "conflicto", pues le parecía que emplear la expresión "fotógrafo de guerra" podía dar lugar a engaño. "Muchos fotógrafos, cuando dicen que son fotógrafos de guerra, en realidad se están refiriendo a que son fotógrafos de batalla, porque muchos solo se concentran en la primera línea, en el bang bang. A mi me interesan más las consecuencias de la guerra", decía el veterano fotoperiodista durante una entrevista concedida en 2009 a British Journal of Photography, un mantra que repetiría en numerosas ocasiones a lo largo de su carrera.
Nacido en Irán en 1944, la ocupación de la embajada de Estados Unidos en Teherán en 1979 le pilló en frío. "Yo había estado cubriendo los hechos relacionados con la revolución iraní durante casi dos años, pero esta vez no me precipité a ir a Teherán, ya que la anterior ocupación de la embajada, de la que había sido testigo, se había resuelto en unas horas —escribió en el libro "Magnum: Hojas de Contacto". Sobre su cobertura de aquel episodio, llegó a decir que, lo que apareció ante sus ojos, "no fue un evento que pudiera estar a punto de cambiar la geopolítica mundial, sino más bien una fiesta al aire libre", debido a la presencia de puestos de venta ambulante repartidos entre la multitud que se congregaba a las puertas de la embajada proclamando su odio a Estados Unidos.
Abbas se convirtió en miembro de Magnum Photo en 1985, y antes de eso había formado parte de las agencias Sipa y Gamma. En Irán, trabajó fotografiando la revolución desde 1978 hasta 1980, tras lo cual se exilió en el extranjero hasta 1997, cuando retornó a su país para terminar su trabajo que quedaría recogido en su libro "Iran Diary 1971-2002", una suerte de diario que ofrecía su propia interpretación de la historia del país.
Fue su trabajo en Irán lo que despertó en él su interés por la religión, llegando a viajar a 29 países repartidos en cuatro continentes para realizar un cuerpo de trabajo sobre el Islam, el cual cobró especial protagonismo tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Tras terminar este proyecto, la pasión de Abbas por descubrir las distintas religiones a través del visor de su cámara lo llevaron a pasar el resto de sus años documentando las diferentes religiones mayoritarias, así como algunas más pequeñas.
Descrito por sí mismo como un fotoperiodista, al principio de su carrera, en sus últimos años reconoció que, aunque se servía de técnicas propias del fotoperiodismo, estaba trabajando en mayor profundidad y durante periodos de tiempo más largos, lo que le condujo a considerar el término "arte" como parte de su trabajo, admitiendo que no hacía historias sobre lo que estaba ocurriendo, sino sobre su manera de ver lo que estaba ocurriendo.
Su famosa frase, la cual queda para la posteridad al igual que su trabajo, "cuando digo fotógrafo me refiero a aquel que escribe con luz", resumía de un modo poético el que fue su aproximación al oficio durante sus 74 años de vida: Ser un cronista, un historiador que, casualmente, tenía una cámara de fotos.