El alcalde visita las calles Tudela y Don Sancho tras la urbanización efectuada este año
Las obras de reforma, ejecutadas por la empresa Toyrsa, han tenido un coste próximo a los 600.000 euros y concluyeron el pasado verano
Las obras de reforma, ejecutadas por la empresa Toyrsa, han tenido un coste próximo a los 600.000 euros y concluyeron el pasado verano
El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y la concejala de Urbanismo y Vivienda, Cristina Vidal Fernández, han visitado al mediodía de hoy las calles Tudela y Don Sancho, que fueron objeto de obras de reforma entre los meses de febrero y agosto, con una inversión de 598.000 euros, ejecutadas por la empresa Toyrsa.
La actuación en la calle Don Sancho, ha afectado al tramo inicial comprendido entre Cervantes y Tudela, con un coste de 259.808 euros. Además de cambiar la red de abastecimiento existente, se ha renovado el pavimento de las aceras y se ha llevado a cabo el soterramiento de los contenedores de basura, concretamente tres unidades.
Debido a la configuración de la calle, que registra un tráfico denso, no ha sido posible ampliar las aceras, que se mantienen con una anchura variable de al menos dos metros, salvo en el espacio comprendido junto a los números impares, al lado de la calle Cervantes, donde ha quedado con nueve metros de anchura a la altura del paso de peatones. El pavimento utilizado es de adoquín en las franjas de estacionamiento y de losas graníticas en las aceras, mientras que los bordillos son de granito.
La calzada mantiene dos carriles de circulación, con una anchura total de seis metros, y sendas franjas de estacionamiento en línea, con una anchura de 2,2 metros. Respecto al alumbrado, se han colocado seis luminarias murales de 250 watios, mientras que el mobiliario urbano se ha limitado a la instalación de 35 metros lineales de barandilla metálica en las esquinas.
Estacionamientos en línea y en batería
En la calle Tudela, la intervención -con un coste de 345.427 euros- ha respetado también la configuración anterior de la vía, con una calzada de dos carriles de circulación (seis metros), y aparcamientos en línea en la acera izquierda, y en batería a la derecha. Por ello, sólo se ha podido ampliar la acera de la margen derecha en el tramo entre Miguel de Prado y la Plaza Circular, al eliminar la zona de carga y descarga que existía, y también la del lado izquierdo, con una anchura media de 2,90.
La mejora de la red de agua y saneamiento se ha centrado en la reposición de acometidas y en la instalación de trece sumideros de pluviales con sus canalizaciones. El alumbrado público, por su parte, se ha visto reforzado con la instalación de cuatro luminarias murales de 250 watios, y tres dobles en columnas de 250 y 150 watios.
Al igual que en Don Sancho, el pavimento en las aceras utiliza la losa granítica como material, mientras que el de las franjas de estacionamiento es de adoquín. También cabe destacar la conservación de los once árboles que crecen en la acera par desde hace tiempo.
Finalmente, se han colocado cuatro bancos para viandantes del modelo "Plaza Real", tres papeleras y catorce metros lineales de protección para peatones, junto a cuatro unidades de contenedores también soterrados.