Descripción
"Solo tenía en mi corazón salvar la vida de esa persona. Nada más." Así ha contado Sied Muhamed, de 22 años de edad, la acción que realizó el lunes para salvar la vida de un joven de 24 años que cayó al río Pisuerga a la altura del puente Condesa Eylo. En la ribera le ayudaron dos compañeros hasta que llegaron los agentes de la Policía Municipal que hoy también han acudido la Casa Consistorial al acto en el que se ha reconocido este gesto tan arriesgado como altruista: "Lo que ha hecho Sied es increíble, ha salvado la vida de otra persona a pesar del riesgo que tenía en el río y, además, por la noche". Julio, Juan Carlos y Marcos fueron los policías que participaron en la operación.
El alcalde, Óscar Puente, la concejala de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria, Rafaela Romero, y varios miembros del Equipo de Gobierno han recibido en el Ayuntamiento al protagonista y a sus compañeros porque esta acción evidencia la política de inmigración del Ayuntamiento de Valladolid. "Es la política en la que creemos, intentar ayudar a los demás, a los más vulnerables; estos son los aspectos positivos que aporta la inmigración", según ha afirmado el alcalde.
Sied Muhamed se vio obligado a abandonar Eritrea a los 14 años por la pobreza que azota este país del noreste de África. Allí dejó a sus padres. Y para llegar a Europa padeció un periplo que desgraciadamente tienen que recorrer las personas que ansían vivir en un país con futuro. La Cruz Roja le rescató de una patera y le llevó a un centro de menores de Italia. A los 17 años llegó a España, a Valladolid, y cuando cumplió la mayoría de edad comenzó a realizar trabajos esporádicos, sobre todo en el campo. Todo lo que gana lo envía a su familia de Eritrea, sus padres residen allí porque sus hermanos también salieron en busca de un futuro mejor. Pero cuando carece de empleo solo puede pernoctar en el Albergue Municipal. Allí ha sido aclamado por sus compañeros como una auténtica estrella y en verdad que tiene madera de héroe porque Sied irradia humildad, a pesar de haber realizado la hazaña más extraordinaria que se puede hacer en este mundo: salvar la vida de otra persona. Por eso, Valladolid le distingue con una palabra: GRACIAS.