Descripción
Las salas 6 y 7 del MUSEO PATIO HERRERIANO DE VALLADOLID, acogen desde hoy, 19 de abril, una nueva exposición con obras de la Asociación Colección Arte Contemporáneo y de la Colección Gas Natural Fenosa, y que ha sido presentada por la concejala de Cultura y Turismo, Ana María Redondo.
Se trata de "TÁPIES. De Dau al set al Grupo El Paso", con obras de Rafael Canogar, Martín Chirino, Modest Cuixart, Luis Feito, Alberto Greco, Manuel Millares, Lucio Muñoz, Joan Ponç, Manuel Rivera, Antonio Saura, Pablo Serrano y Antoni Tàpies.
Partiendo de obras de Tápies, la muestra recuerda a los principales protagonistas de los dos movimientos que renovaron el panorama artístico español de la posguerra, como fueron Dau al set y el Grupo El Paso. La exposición muestra al visitante una serie de obras representativos del estilo de los artistas que retomaron el pulso de la vanguardia.
La exposición TÀPIES. De Dau al set al grupo El Paso aborda la obra de Antoni Tàpies presente en la Colección depositada en el Museo Patio Herreriano y que forman un total de 4 pinturas y 5 grabados, dichas obras se contextualizan con trabajos de otros artistas como Modest Cuixart, Luis Feito, Manuel Millares, Antonio Saura y Martín Chirino, con los que Tàpies compartió planteamientos artísticos en diferentes momentos.
Ésta selección de obras se puede visitar en las salas 6 y 7 del museo y están dispuestas formando un recorrido cronológico, comenzando por la sala 7 con las obras de Antoni Tàpies correspondientes a la etapa de Dau al Set. En 1947 conoce a Joan Brossa, a través del cual entra en contacto con los artistas que en 1948 fundan la revista Dau al Set: Cuixart, Ponç, Arnau Puig y Tharrats. Su obra está influida entonces por el surrealismo y el magicismo, creando mundos oníricos con personajes y objetos cercanos a la pintura de Paul Klee y Max Ernst.
Unos años más tarde, en 1950 se traslada a París con una beca del gobierno francés, y allí conoce el Art Autre que le hace abandonar en 1953 el surrealismo para conceder una importancia creciente a lo matérico, buscando texturas con barnices, tierras y collages, arañando la materia y construyendo físicamente las superficies. El grafismo aparece por primera vez, siendo otro de los elementos significativos en su obra, En la segunda mitad de los cincuenta se produce una clara evolución hacia un informalismo depurado. El cuadro se concibe como una especie de muro en el que se depositan huellas de incidentes vitales. Los formatos se hacen mayores.
A fines de los años sesenta aparecen puntualmente elementos figurativos en el lienzo: huellas a modo de símbolos, cargadas a veces de matices sociales y políticos, y en la siguiente década cobran mayor importancia al transformarse en objetos reales: periódicos, tela de saco, etc., anunciando aspectos del Arte povera.
DATOS BIOGRÁFICOS DE LOS ARTISTAS
Rafael Canogar. Toledo, 1935
A los diez años Canogar se traslada a Madrid, donde en 1948 se incorpora como discípulo al taller de Vázquez Díaz, a la vez que recibe clases de dibujo en el Círculo de Bellas Artes. En 1952 presenta su primera exposición en la galería Altamira. Su encuentro ese mismo año con el crítico Manuel Conde marca un giro en su carrera, que se orienta hacia la abstracción informalista. En 1957 participa en la fundación del grupo El Paso junto a Feito, Millares, Saura, Rivera y otros.
El grupo intenta traducir, a través de un mundo pictóricamente abstracto, la realidad de la conciencia española contemporánea. Es ésta una época de intensa actividad para Canogar, que participa en exposiciones en varios países de Europa, al tiempo que es seleccionado para las bienales de Venecia y Alejandría. En 1964 abandona el informalismo, y su pintura toma un rumbo nuevo. Sus nuevas obras se basan en crónicas narrativas tomadas de los medios de comunicación. En 1965 es invitado como profesor al Mills College de Oakland, California, y de regreso a España, comienza una etapa más claramente realista, evocando escenas urbanas que funcionan como revulsivo y denuncia social y política, y que abordan la tridimensionalidad en piezas escultóricas de gran impacto.
Desde 1975 vuelve Canogar a la abstracción. En 1983 obtiene el Premio Nacional de Artes Plásticas.
Modest Cuixart. Barcelona, 1925- Girona 2007
En 1944 ingresa en la Facultad de Medicina, donde permanecerá hasta 1946, año en que decide dedicarse a la pintura. Ya entonces había obtenido su primer premio de dibujo (San Celoni, Barcelona), distinguiéndose por su estilo expresionista. En 1948 funda, junto a Ponç, Brossa, Tharrats, Puig y Tàpies, la revista "Dau al Set", en un intento por romper la tradición academicista que subsistía tras la guerra y sumarse a los movimientos vanguardistas europeos. Este grupo de artistas estaba dentro de la corriente surrealista y asumía una actitud crítica en lo político y social que adquiría la forma de un lenguaje magicista y surreal, inspirado por la figuración esquemática de Klee y el colorido de Kandinsky.
Cuixart toma parte también en actividades de la Escuela de Altamira, donde traba amistad con Willi Baumeister, Llorens Artigas, Vivanco y Ricardo Gullón. Viaja a Lyón en 1951, donde conoce a Marcel Michaud, que le pondrá en contacto con la vanguardia lyonesa. En esta ciudad la pintura de Cuixart cambiará, abandonando los postulados surrealistas para crear una abstracción matérica de tendencia informalista. Desde la década de los sesenta su estilo evolucionará hacia la figuración, centrándose en la figura femenina. Cuixart ha realizado obra gráfica, escenografías y figurines, entre otros, "Antígona" para el Ballet Moderno de París, en 1964. En 1958 obtiene el Premio Torres–García, y en 1959 es galardonado con el Premio de Pintura de la V Bienal de São Paulo.
Martín Chirino. Las Palmas, Gran Canaria, 1925
Antes de dedicarse a la escultura, Chirino trabajó junto a su padre en un astillero, logrando una familiaridad con la forja y la fundición que tendrá gran repercusión en su obra. Autodidacta, talla la madera de forma intuitiva, y en 1944 abandona definitivamente su trabajo para dedicarse a la escultura. Entre 1948 y 1952 cursa estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, y en 1952 realiza un viaje a París que le descubre la obra de Julio González. De vuelta a Canarias en 1954, estudia con su amigo Manolo Millares las inscripciones aborígenes guanches, iniciando un conjunto de obras inspiradas en la tradición indígena canaria y africana (serie Reinas negras). En 1956 se traslada a Londres, donde analiza la escultura sumeria y egipcia en el Museo Británico, así como la escultura británica contemporánea.
En la III Bienal Hispano–Americana de Arte, celebrada en 1955 en Barcelona, conoce el expresionismo abstracto americano. Colabora con el escultor y amigo Ángel Ferrant. En 1957 es miembro fundador del Grupo El Paso, y en su serie Inquisidores, da muestra de una intencionalidad crítica con el momento histórico que atraviesa la España de Franco. A partir de 1959 introduce en su obra la forma espiral, que será motivo recurrente. De la década de los setenta datan sus principales series: Mediterráneas, Ladies, Aeróvoros, Paisajes y Afrocanes. En 1976 redacta su "Manifiesto del hierro". En 1980 se le concedió el Premio Nacional de Artes Plásticas, y desde 1989 es director del Centro Atlántico de Arte Moderno de las Palmas de Gran Canaria.
Luis Feito. Madrid, 1929
A los veintiún años ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, optando por la abstracción tras una breve etapa figurativa en sus años formativos. En 1956, al concluir sus estudios, marcha a París con una beca del gobierno francés, ciudad en la que decide establecerse, aunque mantiene contactos frecuentes con Madrid y participa en 1957 como miembro fundador del grupo El Paso.
Como otros informalistas de su entorno, Feito empieza a utilizar la materia como una forma más de romper con la tradición, pero a diferencia de otros, en Feito no constituye un fin en sí, sino que está al servicio del color. En su obra, el desgarro dramático no se realiza en base a una gama austera de colores blancos y negros, sino que está inmerso incluso en el color brillante, rojo o amarillo. Desde 1975 explora una cierta estructura geométrica en su pintura.
A finales de los años setenta, Feito atraviesa una etapa de replanteamiento de su obra, realizando cuadros monocromos en blanco. En 1981 abandona París y se establece en Montreal, para pasar en 1983 a Nueva York, donde vive desde entonces. El cambio en su pintura supone un reflejo de una crisis interior. Abandona el óleo por el acrílico y utiliza geometrías que estructuran su obra en bandas, en lo que él llamó "enfrentamiento entre anarquía y rigor".
Feito ha obtenido diversos premios, como el de la UNAM en la I Bienal de París (1959) y el David Bright en la XXX Bienal de Venecia. En 1985 es nombrado Oficial de la Orden de las Artes y las Letras de Francia.
Alberto Greco. Buenos Aires, Argentina, 1931-Barcelona, 1965
Su obra pictórica fue inicialmente informalista, con una pintura matérica, abstracta y tenebrista. En 1958, con motivo de la realización de una exposición en el Museo de Arte Moderno de São Paulo, será llamado "el Pollock latinoamericano". Intervino en la fundación del Movimiento informalista argentino en 1959, junto a Kemble, Pucciarell, Wells, Baulari, Noé y otros. En 1962 abandona la pintura y se centra en la creación de lo que él mismo llamó vivo dito, o arte vivo. Su primera obra dentro de este proyecto fue una urna llena de ratones firmados por el autor con el nombre de todos los artistas que compartían una exposición colectiva con él.
En Roma realizó su montaje "Cristo 63", que provocó tal reacción entre el público que Greco tuvo que salir de Italia precipitadamente. Tras ese episodio, se instala en Madrid y conecta con el grupo El Paso. Vuelve a pintar, utilizando el dibujo y el collage como soportes. Continuó con vivo dito y llevó a cabo diversos happenings. Su obra de ese periodo fue expuesta en 1964 en la galería Juana Mordó. Un año más tarde, en 1965, se suicidó en Barcelona. Sobre la mano izquierda se grabó la palabra FIN y sobre la pared escribió "Esta es mi mejor obra".
Manuel Millares. Las Palmas de Gran Canaria, 1926-Madrid, 1972
Durante la guerra civil se traslada con su familia a Lanzarote, donde empieza a realizar acuarelas de paisajes de la zona. A su regreso a Las Palmas hace una primera exposición con ellas. Felo Monzón le da a conocer el arte contemporáneo, que Millares hará compatible con su interés por la arqueología canaria, siendo asiduo del Museo Canario. A finales de los años cuarenta se interesa por el surrealismo a raíz de la lectura del Manifiesto de Breton.
La pintura de Miró y Klee le interesa especialmente, de forma que Millares realizará sus primeras Pictografías aunando la tradición guanche de las inscripciones rupestres con la pintura surrealista. Perteneciente a una familia de intelectuales, Millares participa en diversas iniciativas culturales canarias, como la revista "Planas de Poesía" (1949–1951), el grupo LADAC, Los Arqueros del Arte Contemporáneo, en 1950, o los cuadernos de arte "Arqueros". En contacto con los componentes de la Escuela de Altamira y tras realizar varias exposiciones en la península, Millares decidirá en 1955 establecerse en Madrid. Empieza a interesarse por las calidades de los materiales y desde 1953 realiza cuadros con arpilleras, aunque al principio se trata sólo de añadidos como collage.
En 1955, empieza a realizar sus Perforaciones, y al año siguiente es uno de los organizadores del Primer Salón de Arte Abstracto Español en Valencia. En 1957 es miembro fundador del grupo El Paso y expone sus arpilleras en la IV Bienal de São Paulo. En 1958 participa en la Bienal de Venecia, iniciando así un periodo de gran reconocimiento internacional. Las arpilleras van adquiriendo corporeidad y volumen, configurando una especie de cuerpo torturado, desgarrado y roto que Millares llama Homúnculo. El color, reducido a blanco, negro y toques de rojo, acentúa el dramatismo de la imagen. A partir de 1969, tras un viaje al Sahara, su pintura se aclara y predomina el blanco. Destacan en este sentido sus series Antropofaunas y Neanderthalios. Muere en Madrid en 1972 a los 46 años.
Lucio Muñoz. Madrid, 1929-1998
Estudia en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de 1949 a 1954 con Eduardo Chicharro, pintor y poeta, fundador del "postismo", que será su auténtico maestro. Gracias a él, Lucio Muñoz se liberó del academicismo anterior. Allí conoce a Antonio López, los hermanos López Hernández y a Amalia Avia, que será su mujer.
En 1956 viaja a París con una beca del gobierno francés, donde se familiariza con el Art Autre, en la obra de Wols, Dubuffet, Fautrier y Tàpies. Otras influencias en su obra son las de Schwitters y los informalistas americanos. De un inicial realismo, Muñoz pasa a mediados de los cincuenta a realizar abstracciones, si bien considera que su arte es "realista", aunque sin referencias concretas. Basa su trabajo en el tratamiento de los materiales, creando texturas, colores y formas. En un principio se sirve del lienzo como soporte, raspándolo y quemándolo, y aplicando también collage.
A partir de 1958, desecha el lienzo por considerarlo excesivamente blando, y realiza sus primeras obras en madera tallada, año en el que expone individualmente en el Ateneo de Madrid. La madera se irá configurando como su materia principal, y erosionándola de distinta forma, logrará una poética muy personal, inscrita en el informalismo. En 1962 realiza el ábside de la Basílica de Aránzazu, obra de escala monumental. Sus colores eran oscuros y terrosos, transmitiendo una sensación sombría que se disipará posteriormente en los años setenta, y tras una etapa dedicado a la obra gráfica, su paleta se aclara, trabajando sus paisajes imaginarios que dan paso a ámbitos más líricos.
En 1983 se le concede el Premio Nacional de Artes Plásticas.
Manuel Rivera. Granada, 1927-Madrid, 1995
Inicia sus estudios artísticos en Granada, concluyéndolos en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla. En 1951 se traslada a Madrid y realiza sus primeras pinturas abstractas. En 1953 es invitado por el Instituto de Cultura Hispánica para tomar parte en el Curso Internacional de Arte Abstracto que se celebra en Santander. Allí entra en contacto con los artistas a los que más tarde se uniría para la creación del grupo El Paso.
En 1955 realiza su primer viaje a París, donde estudia los movimientos artísticos de vanguardia, sobre todo el informalismo. A su vuelta a España, tras una fuerte crisis, abandona definitivamente los materiales pictóricos convencionales y comienza sus primeros ensayos con telas metálicas, donde busca una plasmación diferente del espacio. En 1957 es fundador de El Paso y participa en las bienales de São Paulo y Alejandría. Inicia la serie Las metamorfosis, inspirada en Kafka. Sus telas metálicas se disponen en fragmentos superpuestos, tensados por alambres y con una cierta apariencia de tela de araña. Buscan dos planos al crear relieves, y los óxidos proporcionan coloraciones naturales a las mallas. Más tarde, el tamaño de éstas será mayor, y Rivera explorará las posibilidades expresivas de su material con elementos ópticos y cinéticos que afectan a la percepción de la obra. Busca la vibración lumínica, el misterio de una imagen desplegada en profundidad. Destaca la serie de Los espejos. En 1981 recibe la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, y en 1984 es nombrado Académico de Bellas Artes de San Fernando. Muere en Madrid en enero de 1995.
Joan Ponç. Barcelona, 1927-Saint Paul de Vence, Francia, 1984
Cursa estudios de pintura y dibujo en Barcelona en el taller de Ramón Rogent y en la Academia de Artes Plásticas. En 1947 funda junto con Joan Brossa y Arnau Puig la revista "Algol" y en 1948 participa en la fundación de la revista "Dau al Set" con Brossa, Tàpies, Cuixart, Tharrats y Arnau Puig. Su obra, como la de los demás miembros del grupo entonces, está inmersa en una figuración magicista y surreal, sustentada en el dibujo, donde queda patente la capacidad imaginativa de Ponç que será un rasgo constante de toda su obra.
Es seleccionado por Eugenio d’Ors para el Salón de los Once de 1949, y en esos años expone en las Galerías Layetanas. En 1953 viaja a París, donde conoce mejor la obra de Cézanne. Posteriormente marcha a Brasil, donde permanecerá diez años y donde encuentra un ambiente muy adecuado a sus inquietudes en el terreno de lo mágico. Allí funda la Escuela L’Espai, con un proyecto pedagógico nuevo. Tras su etapa brasileña, decide que su obra carece de interés y quema gran parte de lo realizado en aquel país. Se retira del mundo artístico durante ocho años y trabaja en silencio y reserva, sin enseñar su obra. En ese tiempo se dedica a la enseñanza, intensifica sus experiencias mágicas, y sufre una crisis que le hace ser internado en un manicomio.
A principios de los sesenta regresa a Europa y se retira a trabajar a El Bruch. Realiza una retrospectiva en la galería René Metrás, y obtiene en 1965 el Gran Premio Internacional de Dibujo de la VIII Bienal de São Paulo. Al año siguiente viaja a Cadaqués por segunda vez, donde permanecerá ocho años. Visita con frecuencia el estudio de Dalí y entabla amistad con Marcel Duchamp. En los setenta sufre una hemorragia ocular, pero logra salvarse de la ceguera. En esta época reside en Francia. Continúa desarrollando su figuración fantástica y misteriosa, e ilustra libros en colaboración con Joan Fuster, J. V. Foix y Goytisolo.
Antonio Saura. Huesca, 1930-Cuenca, 1998
De formación autodidacta, muestra una clara vocación por la pintura y la literatura desde muy joven. Sus primeras obras reflejan la influencia del Surrealismo, y son visiones fantásticas de un mundo onírico y cósmico (series Constelaciones, Pinturas muertas, Rayogramas). En esos años, Saura vive entre Cuenca y Madrid y organiza exposiciones como la de "Arte Fantástico" en la galería Clan de Madrid (1953). En 1953 viaja a París, donde residirá hasta 1955 y en años sucesivos.
En la capital francesa entra en contacto con los surrealistas, pero pronto abandonará esta tendencia para inclinarse por el informalismo, que conoce en la obra de los franceses Wols y Dubuffet, así como por el action painting norteamericano. Cuando expone en Madrid en 1956, su obra es ya radicalmente informalista, gestual y matérica. En 1957 es fundador del grupo El Paso junto a Millares, Feito, Canogar, Rivera y otros. Su Serie castellana de 1954, sirve de transición entre su abstracción gestual y la irrupción progresiva de elementos figurativos. Sus personajes aparecen como imágenes desgarradas. Realiza desde entonces sus Damas, Retratos imaginarios y Crucifixiones. Reduciendo su gama cromática a negros y blancos, presenta sus figuras con inusitada violencia de trazo fuertemente expresivo, creando obras que se emparentan con la tradición pictórica española del barroco por su austeridad cromática y su sentido expresivo.
La figura central de sus cuadros es el hombre sometido por el artista a una feroz crítica moral. En 1958 empieza a trabajar en grabado, y en 1960 forma parte de Estampa Popular. Llega incluso a dejar la pintura de caballete para dedicarse a la obra gráfica y el dibujo. El papel será el soporte de sus series Superposiciones y Transformaciones, y sobre madera realiza Rompecabezas y Trampantojos. Vuelve a la pintura a principios de los ochenta con una serie dedicada a Dora Maar, con el mural de la Diputación de Huesca. Ha realizado numerosas ilustraciones de libros y ha obtenido numerosos galardones, como el Premio Guggenheim en 1960, el Carnegie (1964), la Medalla de Oro a las Bellas Artes (1982) y el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1980.
Pablo Serrano. Crivillén, Teruel, 1908- Madrid, 1985
Pablo Serrano se forma en Zaragoza y Barcelona. En 1919 se traslada a Argentina y Uruguay, donde conoce a Lucio Fontana y Joaquín Torres García. Además de su labor como docente, realizará varios encargos escultóricos durante 25 años, llegando a ser un artista de referencia en Sudamérica. En 1955 le otorgan el Gran Premio de la Bienal de Montevideo y tras su regreso a España ese mismo año le conceden el Gran Premio de Escultura en la III Bienal Hispanoamericana de Arte con sede en Barcelona.
Dos años más tarde, en 1957 funda el grupo El Paso junto con Antonio Saura, Manolo Millares, Rafael Canogar y su compañera Juana Francés, entre otros. Y exponen por primera vez como colectivo en la Galería Bucholz de Madrid. El Paso se convierte en el movimiento de vanguardia que introduce el arte abstracto en la península, revitalizando el mundo artístico español de posguerra.
En 1960 el MOMA de Nueva York inicia la exposición New Spanish Painting nd sculpture en la que Pablo Serrano participa junto a Antoni Tàpies o Eduardo Chillida, entre otros. Un año más tarde, en 1961 recibe el Premio Julio González del Salón de Mayo de Barcelona y un año después representa a España en la XXXI Bienal de Venecia, en la que muestra 23 obras bajo el título Bóvedas para el hombre, consiguiendo un gran éxito de crítica.
En 1964 realiza la serie Los Fajaditos, seres amordazados y anulados, como protesta por la campaña franquista sobre los veinticinco años de Paz y emparentados con los Artefactos de su amigo Manolo Millares. Debido a la trascendencia universal de su obra se le concede en 1982 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Tras su muerte en 1985, gran parte de sus obras son cedidas al Museo Pablo Serrano de Zaragoza.
Antoni Tàpies. Barcelona, 1923-2012
A raíz de una enfermedad durante su juventud, empieza a pintar de forma autodidacta. Cursa luego estudios de Derecho entre 1941 y 1946, que abandona para dedicarse a la pintura. Sus primeras obras son retratos realistas con una fuerte carga expresionista.
En 1947 conoce a Joan Brossa, a través del cual entra en contacto con los artistas que en 1948 fundan la revista Dau al Set: Cuixart, Ponç, Arnau Puig y Tharrats. Su obra está influida entonces por el surrealismo y el magicismo, creando mundos oníricos con personajes y objetos cercanos a la pintura de Paul Klee y Max Ernst. De esos años data su amistad con Miró y el galerista Joan Prats. Eugenio d’Ors muestra obras suyas en el Salón de los Once de 1949, y poco después hace su primera exposición individual en Barcelona.
En 1950 se traslada a París con una beca del gobierno francés, y allí conoce el Art Autre que le hace abandonar en 1953 el surrealismo para conceder una importancia creciente a lo matérico, buscando texturas con barnices, tierras y collages, arañando la materia y construyendo físicamente las superficies. El grafismo aparece por primera vez, siendo otro de los elementos significativos en su obra. Expone en la Bienal de Venecia de 1952 y obtiene el Gran Premio de Pintura de la Bienal de São Paulo de 1953. En este año expone en la galería Martha Jackson de Nueva York, y su nombre adquiere ya relevancia internacional, sucediéndose las exposiciones en el extranjero.
En la segunda mitad de los cincuenta se produce una clara evolución hacia un informalismo depurado. El cuadro se concibe como una especie de muro en el que se depositan huellas de incidentes vitales. Los formatos se hacen mayores. A fines de los años sesenta aparecen puntualmente elementos figurativos en el lienzo: huellas a modo de símbolos, cargadas a veces de matices sociales y políticos, y en la siguiente década cobran mayor importancia al transformarse en objetos reales: periódicos, tela de saco, etc., anunciando aspectos del Arte povera. En 1990 se inaugura en Barcelona la Fundación Antoni Tàpies, y ese año ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
La muestra se podrá visitar hasta el domingo el 1 de julio de 2018, siendo la entrada gratuita.