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Elpasado viernes, día 17 de noviembre, han concluido, por parte de la contrata de conservación de las vías públicas, los trabajos de renovación del pavimento del tramo de acera de los números impares del paseo de Juan Carlos I comprendido entre las calles de San Isidro y Canterac. Se mantendrá, sin embargo, un equipo de la contrata ejecutando trabajos de reparación de daños por raíces de los árboles en la acera opuesta hasta el próximo 27 de noviembre.
La obra ha consistido en una simple sustitución del pavimento deteriorado y obsoleto de esta acera de asfalto fundido por baldosa de acabado pétreo y de dimensiones 30 x 30 cm. Salvo en algún pequeño tramo (curva de entrada desde la calle de San Isidro y "orejas" de la calle de Huelva) no se ha alterado el trazado y dimensiones de la acera, por lo que ni siquiera ha llegado a sustituirse su bordillo.
El único cambio significativo en planta ha sido, por tanto, una pequeña rectificación de la curva de entrada al paseo desde la calle de San Isidro y de la isleta triangular de la intersección, que permitirá habilitar el doble carril en sentido oeste a lo largo de todo el paseo, cuando hasta ahora el trazado estaba estrangulado a un único carril en este punto.
Por otra parte, además del pavimento, la novedad más significativa de la intervención es que, mediante el contrato de mantenimiento del alumbrado público, se han trasladado las columnas existentes en la acera de los pares a la de los impares, puesto que en su ubicación anterior las luminarias estaban parcialmente ocultas por los frondosos árboles de esa acera, de tal modo que la iluminación de la vía resultaba deficiente. En la acera de los números pares se han instalado columnas de alumbrado bajas, por debajo de las copas, para servir únicamente a la acera. Finalmente, se ha aprovechado la intervención en esta acera de los números pares para reparar a fondo daños en el pavimento provocados por las raíces, ampliando y unificando los alcorques.
Además el Servicio de Parques y Jardines ha aprovechado esta intervención para talar un cierto número de robinias y plátanos de sombra viejos y enfermos que aún quedaban, y que en su gran mayoría habían sido sustituidos ya por aligustres. En la época oportuna se replantarán también con aligustres los alcorques que queden vacíos.