El alcalde ha visitado hoy los trabajos para hacer realidad este singular proyecto, regido por los criterios del urbanismo ecosostenible, y observar el ensamblado final de la estructura. Sacyr-Vallehermoso ejecuta las obras y asumirá el coste del estacionamiento, valorado en 3,7 millones de euros más IVA
El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, ha visitado esta mañana las obras de la denominada Plaza del Milenio, una singular iniciativa para convertir la zona de Usos Múltiples y alrededores en un innovador espacio público, dentro de los criterios del urbanismo sostenible, que acogerá también un pabellón polivalente cuya estructura se termina de ensamblar hoy.
La actuación, que comenzó a mediados de junio, incluye un estacionamiento subterráneo de 402 plazas que ya tiene concluida su estructura de pilares, forjados y cubierta, lo que refleja la rapidez con la que se están desarrollando los trabajos. gracias al elevado número de trabajadores -120-, a los medios y a la coordinación de las áreas municipales implicadas: Presidencia, Infraestructuras, Desarrollo Sostenible y Cultura.
Ahora mismo, en su interior, tienen lugar los trabajos de tabicación, y en breve se comenzará a ejecutar la rampa de la Avenida José Luis Arrese, que afecta a un colector de saneamiento y a varias líneas eléctricas, lo que obligará a cortar el tráfico en noviembre durante unos quince o veinte días.
Aprovechando este corte, se prevé modificar el tramo de la citada avenida comprendido entre el puente y la calle Joaquín Velasco Martín para ensanchar los actuales carriles del viario, muy estrechos, creando a la vez un trazado de carril bici que conecte la Avenida de Salamanca con el centro de la ciudad.
Durante las dos últimas semanas se ha venido trabajando en la estructura del pabellón traído de la Expo de Zaragoza, cuya instalación culmina hoy, y próximamente se procederá al cerramiento del mismo. A continuación, empezarán las obras de urbanización de la plaza propiamente dicha, y por último se acometerán los trabajos centrados en la ordenación de las riberas y la reforma del puente de Isabel la Católica.
125 toneladas de peso y 92 hexágonos
Respecto a la cúpula, elemento de aporta el mayor simbolismo a este espacio junto al agua, cabe destacar la rapidez de su montaje, por un lado, y la limpieza previa de la misma. El color que se aprecia actualmente no es el definitivo, ya que tras una imprimación tendrá un tono blanco por dentro. Consta de un total de 92 hexágonos de diversas medidas, el más pequeño de diez metros cuadrados, que se han ensamblado como un complejo mecano tras una catalogación exacta de las piezas.
Dos grúas de gran tonelaje se han encargado de izar la estructura, que pesa 125 toneladas y ha quedado mejor consolidada que en su anterior emplazamiento de Zaragoza. La cúpula tiene un diámetro de 45 metros y una superficie de 1.700 metros cuadrados, con un aforo por tanto de 1.200 espectadores sentados o 2.500 de pie. Su altura en el punto más elevado es de 16,5 metros, que equivale a un edificio de cinco alturas.
Y a partir del mes de noviembre empezará la fase de recubrir la estructura de este domo, instalando la piel, que es de ETFE -el acrónimo del Etileno-TetraFluoroEtileno-, un plástico transparente de extraordinaria durabilidad: que posee una elevada resistencia química y mecánica (al corte y a la abrasión), así como una gran estabilidad ante cambios de temperatura (soporta hasta 170ºC).
Es además combustible pero no inflamable. Sin embargo su cualidad más destacable es su elevada resistencia a los rayos ultravioleta, que permite que, a diferencia de otros plásticos, no amarillee por su exposición a los rayos solares. Esta característica convierte al ETFE en una alternativa al vidrio en la edificación.
El ETFE pesa 100 veces menos que el vidrio, deja pasar más luz, y en configuración de doble lámina o "almohada" es más aislante -en VALLADOLID se instalarán 3 láminas-. Además es fácil de limpiar y reciclable.
Mejoras en el puente
En lo concerniente al puente de Isabel la Católica, ya se ha instalado dos conducciones por debajo del tablero para las líneas de media tensión que ahora son aéreas, lo que supondrá una clara mejora paisajística de la ribera, al tiempo que se efectuaban ensayos para comprobar la estabilidad de aquel, pues su estructura tiene más de cincuenta años.
El proyecto apuesta por la ampliación de su anchura, para dar más comodidad del peatón, y por la creación de un carril bici. Como es sabido, dispondrá de elementos de captación eólica y solar que aportará gran parte de la energía consumida en la plaza, actuación pionera en España y en Europa.
La urbanización proyectada contempla la plantación de árboles de gran fuste, cuyas especies están por definir, además de adornar la plaza mediante un gran tapiz vegetal de praderas, con zonas de paso de hormigón continuo de alta calidad. Asimismo, hay que resaltar la las labores de saneamiento y drenaje ya realizadas para permitir la instalación de surtidores, fuentes integradas y juegos de agua, entre otros elementos.
Finalmente, hay que mencionar la autorización del geyser o fuente fluvial prevista en el cauce del río por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero, que se ha simplificado para ser desmontable mediante un sencillo mecanismo, y que también será único en España.
Certificación ecológica pionera
El proyecto y las obras de la Plaza del Milenio están siendo evaluados por una entidad certificadora, que mediante el certificado verde puntúa las bondades sostenibles del mismo, comparándolo con otras obras similares pero realizadas con criterios y materiales convencionales. A fecha de hoy, y con la preevaluación que han realizado -dado que el certificado no se emite hasta que la obra finaliza-, ha logrado prácticamente la puntuación máxima posible, lo que hasta la fecha es un hecho único en España.
Redactado por un equipo multidisciplinar formado por Enriq Ruiz Geli, arquitecto y autor del pabellón; Sara Delgado Vázquez, arquitecta y encargada del estacionamiento y el puente; Antoine Cheassagnol, que ha realizado la urbanización y el paisajismo, Martín Arnaud, autor de la escenografía y el ingeniero Eduardo Sánchez como coordinador, el proyecto cuenta con un plazo de ejecución de diez meses, de manera que podrá concluir en abril.
Está siendo ejecutado por la empresa Sacyr-Vallehermoso, con un coste de 10.872.108 euros, más IVA, y pretende reflejar el avance del Valladolid del siglo XXI mediante la creación de este espacio emblemático. Se actúa sobre una superficie de unos 7.500 metros cuadrados.
Recarga de vehículos eléctricos
El estacionamiento -que cuenta con un presupuesto de 3,7 millones de euros, más IVA, costeados por Sacyr- dispondrá de fuente para la recarga de baterías de vehículos eléctricos, y estará distribuido en dos plantas. Además de la tarifa propia de rotación, habrá una específica de tipo disuasorio, de 2,20 euros por la mañana y 1,80 por las tardes.
Algunas de las ideas más relevantes de la intervención son las siguientes:
Este último aspecto ocupa un lugar prioritario dentro del proyecto, al instalarse nueve aerogeneradores silenciosos, y 140 metros cuadrados de placas de vidrio fotovoltaico en el puente de Isabel la Católica, como reflejo del desarrollo de una obra limpia de una escasa huella ecológica. Estos elementos generarán al año 22.600 kw/h, según las previsiones, con un ahorro de emisiones de CO2 a la atmósfera de 12,66 Tn.
Los detalles de la actuación se pueden consultar en la página web www.plazadelmilenio.es , mientras que la maqueta presentada en mayo en la Casa Consistorial se exhibe en el Centro Integrado "José Luis Mosquera", situado en la calle Pío del Río Hortega, al haberse ampliado un mes más, hasta el 27 de noviembre -incluido- de este año, junto con toda la información relativa a este nuevo proyecto en ejecución, conformando una exposición monográfica. En la exposición hay un buzón público abierto a recibir la opinión de los ciudadanos -de todas las edades y sexos- sobre este proyecto.
