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La Comisión de Investigación sobre la gestión de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad ha consensuado en la última sesión una lista de 31 comparecientes, a la que incorpora a los ex ministros de Fomento Francisco Álvarez Cascos y José Blanco.

La lista, que recoge las prioridades de cada uno de los grupos políticos municipales, había sido previamente elaborada, aunque este jueves, a demanda del Partido Popular, que no estaba de acuerdo con las peticiones realizadas por Ciudadanos, se han sumado nuevos nombres, lo que a su vez ha motivado al PSOE a hacer lo propio, hasta que se ha alcanzado el consenso definitivo para reducir a 31 los nombres de la lista, en la que ahora hay que terminar de encajar nombres y fechas.

"Habrá modificaciones en el calendario para encajar los nuevos nombres", señaló la presidenta de la Comisión de Investigación, Charo Chávez, que lamentó las discrepancias sobre este asunto así como por el cambio de fecha de la próxima sesión, prevista para el 8 de marzo y que fue pospuesta al día 9 por su coincidencia con el Día Internacional de la Mujer.

En este sentido, Chávez aclaró que no se ha puesto sobre la mesa el derecho o no a secundar los paros convocados con motivo de este día, pero sí la coincidencia de la Comisión con otros actos municipales, de modo que, si se pretende construir un relato con los testimonios de comparecientes que acuden de fuera de Valladolid, la mejor opción era mover la sesión al día 9.

Por otro lado, durante casi dos horas, quien fuera director de Planificación y Coordinación de ADIF, Eduardo Molina Soto, ha respondido a todas las preguntas formuladas por los representantes de los distintos grupos y ha expresado su opinión en torno al soterramiento y sus efectos.

Así, ha incidido, explicó la presidenta de la Comisión, en que no existen soterramientos en Europa y, tras apuntar que el de Valladolid no era inviable técnicamente, sí ha puesto el acento en el hecho de que su éxito estuviera condicionado exclusivamente a la venta de terrenos.

Molina insistió, además, según Chávez, en los problemas de seguridad y mantenimiento que acarrean las estaciones soterradas, que por ende comprometen la habitabilidad del espacio.

Chávez también ha destacado de la comparecencia de Molina Soto su consideración sobre el gran impacto medioambiental de los soterramientos y sobre las sociedades de alta velocidad, que fueron una herramienta instrumental para captar fondos y desarrollar planeamientos urbanísticos.