Descripción

La sala de Exposiciones del Teatro Calderón acoge hasta el día 30 de agosto una muestra sobre desplegables relacionados con el cine. Entre estos se encuentran varios libros sobre Star Wars, cuya última entrega en el cine se presentará el próximo 19 de diciembre.

Estos tomos pertenecen a Ana María Ortega Palacios y Álvaro Gutiérrez Baños, un matrimonio de coleccionistas que cuenta en su haber con más de 2000 títulos. El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha acompañado a esta pareja en la presentación de la exposición.

La saga fílmica se inició en 1977 con La guerra de las galaxias. A lo largo de estos 38 años se han editado una treintena de libros desplegables en torno a los personajes y a los mundos creados por George Lucas. Todos estos libros constituyen el eje central de esta exposición que amplía sus contenidos al cine en general, poniendo especialmente el acento en los géneros de la ciencia-ficción y la fantasía.

Entre los libros pop-up dedicado a Star Wars cabe destacar los dos títulos publicados por Matthew Reinhart. Este "ingeniero de papel", trabaja en Nueva York y es, junto a Robert Sabuda, el mayor autor de best-sellers de la actualidad. En la exposición se puede disfrutar de dos ediciones limitadas a 500 ejemplares, firmadas por el propio Reinhart, que incorporan un desplegable extra, no incluido en la edición normal. También son dignos de destacar los primero títulos desplegables de Star Wars, publicados por Random House. Entre los libros desplegables sobre otras películas de ciencia ficción y fantasía, destacamos dos dedicados a Star Treck,. También está representada en papel Dune, película basada en la obra literaria de Frank Herbert, Y también se encuentran Superman y Batman. Spiderman, Hulk ylos X-Men.Pero en una exposición no puede faltar un título emblemático de este tipo de libros; nos referimos al The Great Movies, Live! firmado por Ron Van der Meer y editado en 1987. Toda una joya de exposición que se presenta por primera vez en España.


Historia de una gran serie

El estreno en el año 1977 de La guerra de las galaxias supuso un hito en la historia de la industria cinematográfica que traspasó los límites de la gran pantalla, convirtiéndose en un fenómeno cultural y social que ha logrado mantenerse vivo hasta nuestros días.

Aquella historia de buenos y malos, con un toque de misticismo, que tenía lugar hace mucho tiempo en una galaxia lejana, muy lejana, seducía a toda una generación de adolescentes de ese vacío histórico que se ha denominado la transición española.

Mientras en la ficción fílmica caía un imperio a manos de unos entusiastas rebeldes, otro imperio, capitaneado por George Lucas, nacía en la economía mundial: el merchandising; todo un ejército de objetos y utensilios capaz de tomar cualquier forma imaginable, entre ellas, la de un libro desplegable. Con la primera entrega de esta saga espacial, se editaron sus primeros libros pop-up, como se conocen en el idioma oficial que parece haberse impuesto en toda la galaxia. Estamos en la cuarta década y con la triple trilogía aún inconclusa, este tipo de libros siguen viendo la luz en nuevas y cada vez más complejas ediciones.

Los personajes, las naves y los mundos de La guerra de las galaxias parecen sentirse cómodos en este formato bibliográfico, lo cual no es de extrañar porque, de alguna manera, el cine y los libros desplegables beben de la misma fuente: el anhelo del hombre por dotar a las imágenes planas de profundidad y movimiento. De hecho, algunos de los pioneros en este arte de la papiroflexia editorial fueron profesionales del cine en los inicios de éste. Tal es el caso de Theodore Brown, uno de los "ingenieros de papel" más prolíficos e innovadores de las primeras décadas del siglo XX, quien trabajó inventado juguetes ópticos, para después colaborar con la industria cinematográfica y terminar finalmente en el mundo editorial, diseñando desplegables de una sofisticación inédita en la época.