Descripción

La Plaza de San Antonio de Padua, en el barrio vallisoletano de El Pinar de Antequera, alberga desde hoy la escultura titulada "Blue Dog", del artista Romero Britto -uno de los artistas más representativos del Pop-Art americano-, obra gemela de la ubicada en la ciudad estadounidense de Orlando, con la que Valladolid se encuentra hermanada desde 2006.

El alcalde de la capital, Francisco Javier León de la Riva, asiste esta tarde al acto de inauguración de la escultura, realizada en aluminio y esmalte, con unas medidas de 1,80 x 1,86 x 30 centímetros, y que reproduce la imagen de un perro de llamativos colores. La donación del propio autor pretende remarcar los estrechos lazos existentes entre ambas ciudades gracias al acuerdo de hermanamiento.

La escultura resume los principales rasgos de la personalidad creadora de Romero Britto, al que algunos críticos califican como el heredero de Andy Warhol, por su maestría en el uso de colores vivos y arriesgadas composiciones, que poseen claras reminiscencias del cubismo. De hecho, hoy goza en los Estados Unidos de un reconocimiento artístico fuera de toda duda.

Britto, que además es embajador de las artes del estado de Florida, transmite con su arte "optimismo y ganas de vivir", y dedica parte importante de su obra a fines benéficos. Sus creaciones de arte enriquecen el paisaje urbano de muchas ciudades con color, imágenes pop y curiosas estructuras geométricas.

El autor expone en museos y galerías de Estados Unidos, Europa e Hispanoamérica como la Opera Gallery, Mensing, Ficher Rohr... y es habitual su presencia en ferias de arte internacional como las de Nueva York, Washington, Chicago, París, Milán, Florencia, Berlín, Basilea, Hamburgo, Frankfurt o Shangai.

Artista hispano

Las colecciones particulares de personalidades como David Rockefeller, Eileen Guggenheim, la familia Kennedy, Elton John, Bill Clinton. Michael Jordan o Dustin Hoffman cuentan con obras de Britto, que también ha trabajado para multinacionales como Pepsi, Volvo, BMW o IBM.

Britto, de origen brasileño y con 43 años en la actualidad, personifica en buena medida la historia de éxito de un inmigrante, que ha pasado de vender arte pintado sobre papel de periódico en las calles -cuando no podía pagar lienzos- a crear un imperio de arte pop que factura doce millones de dólares al año.

Reside en Miami con su mujer y su hijo, y reconoce su sincera admiración por Picasso, al que considera uno de sus principales ídolos artísticos, aunque por la calidez de sus colores determinados críticos le comparan con el también español Joan Miró.