Valladolid dedica un paseo al maestro dulzainero Francisco del Pozo (Pachín)
Situada en Huerta del Rey, la calle rinde homenaje al artista que consagró su vida a la difusión de la música tradicional castellana
Situada en Huerta del Rey, la calle rinde homenaje al artista que consagró su vida a la difusión de la música tradicional castellana
La ciudad de Valladolid dedica hoy un paseo peatonal situado entre la Avenida José Luis Arrese y la calle Francisco Hernández Pacheco, en Huerta del Rey, al dulzainero Francisco del Pozo "Pachín", distinguida figura de la música castellana a la que la capital rinde así homenaje, por su labor de difusión y recuperación de la misma.
El alcalde de la ciudad, Francisco Javier León de la Riva, que ha presidido este acto, ha destacado "la generosidad con la que "Pachín" compartió su talento con sus semejantes. El pueblo castellano es un pueblo agradecido que no desperdicia ninguna ocasión para aplaudir la trayectoria, valía, talento y trabajo de sus iguales".
Oriundo de Salamanca, Francisco del Pozo fue un maestro dulzainero que residió buena parte de su vida en Valladolid. Formó parte de la agrupación de música tradicional "Los Talaos", de la localidad charra de Salmoral. De hecho, este conjunto es aún hoy uno de los grupos más conocidos de la dulzaina, en el que "Pachín" aprendió piezas como jotas, charradas, pasodobles, entradillas o marchas.
Posteriormente, Del Pozo formó pareja con el dulzainero vallisoletano Aquilino Tapias y con don Gregorio, el popular instrumentista de caja natural de La Seca. Junto a Fermín Martín, artista del bombo, y a su alumno Javier Cuadrado, dulzainero como él, fundaron el grupo "Los de Castilla y León", conjunto muy afamado dentro de la música tradicional castellana.
Además, este grupo promovió la Escuela de Dulzaina y Caja "Pilarica", que ha formado a numerosos instrumentistas de la música de nuestra tierra, con hitos como la convocatoria musical que lleva el nombre de Francisco del Pozo.
Por último, el alcalde ha señalado "el gesto perdurable" de dar nombre a una calle. "Las calles de Valladolid hablan de nuestra historia, de nuestro pasado histórico y fundamental, y de los personajes cuya contribución al mismo, en muy diversos ámbitos de actividad, tuvo un notorio peso específico", como es el caso de este hombre que aunó arte, música y tradición.