La estructura de banda tensada, que unirá Arturo Eyries con el Camino Viejo de Simancas, tendrá una anchura de cuatro metros y salvará una longitud de unos cien metros de cauce
El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, y el representante de la UTE "Pasarela Pisuerga", formada por las empresas Collosa y Pasavall, Agustín Hospital García, han suscrito hoy el contrato de obras de construcción de la nueva pasarela peatonal sobre el río Pisuerga, que enlazará el barrio de Arturo Eyries, en la margen derecha, con el inicio del Camino Viejo de Simancas, en la izquierda.
Esta infraestructura, que tiene un plazo de ejecución de diez meses y un coste de 2.272.841 euros con cargo al presupuesto municipal vigente, salvará una anchura de cauce que ronda los cien metros, la misma longitud que tendrá la pasarela. Además, tendrá una disposición radial según la forma curva que traza el río en ese punto al cambiar de dirección.
Así, se favorecerán los recorridos peatonales en esta zona de la ciudad, donde existe una considerable distancia -1.700 metros por el eje central del cauce- entre los puentes más próximos, el de la División Azul y el de Hispanoamérica, circunstancia que representaba una reclamación habitual de los vecinos.
La pasarela arrancará en la confluencia de la Plaza de Cuba con la calle Argentina (margen derecha), para llegar hasta el tramo inicial del Camino Viejo de Simancas, a la altura del Callejón de la Alcoholera, margen izquierda. El proyecto incluye tanto la pasarela como los estribos sobre los que se asentará, la urbanización de los accesos desde Arturo Eyries, con paseo peatonal y carril bici, y la mejora en la otra orilla en una franja de trescientos metros de ribera.
Forma de "U"
La pasarela tendrá una forma de "U", con una anchura de cuatro metros, en la que se levantan ligeramente en los laterales unos brazos curvos para que el peatón tenga mayor sensación de seguridad. La solución constructiva adoptada se centra en un sistema de banda tensada, que crea una estructura adecuada para el paso de las personas, sin movimientos ni vibraciones perceptibles, con un aspecto final de línea curva entre ambas orillas.
La estructura constará de una plataforma de piezas prefabricadas de hormigón armado, de espesor reducido, que se colocará transversalmente sobre dos pletinas metálicas continuas en toda su longitud. Respecto al alumbrado público, dispondrá tanto de iluminación en los accesos y en la urbanización inmediata como en la propia plataforma, además de contar con un sistema de iluminación ornamental exterior.
Esta es la segunda pasarela peatonal que se construye sobre el río Pisuerga, después de la situada aguas arriba entre el Museo de la Ciencia y la calle Juan Altisent, en el barrio Cuatro de Marzo, que entró en funcionamiento en verano de 2004.
