Descripción
El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, ha inaugurado mediodía de hoy el puente de Santa Teresa, que enlaza el barrio de La Rondilla -calle Rábida- con la zona de El Cabildo -calle Peseta- y La Victoria, ha conllevado el acondicionamiento de las márgenes del río en el entorno, la urbanización de las calles aledañas y ha tenido un coste de 12,9 millones de euros (IVA no incluido).
Los trabajos han sido realizados por la UTE formada por las empresas FCC Construcción y CORSAN CORVIAM Construcción, siguiendo un diseño de la firma de ingeniería Arenas & Asociados para mejorar la comunicación de los barrios de La Victoria y La Rondilla, que logra una considerable integración en el entorno.
Las obras del undécimo puente de la capital, que comenzaron en diciembre de 2009, se han dividido en tres partes claramente diferenciadas:
194 metros de longitud y un solo vano sobre el cauce
Además de no romper la estética del entorno, el puente salva el cauce ordinario del río Pisuerga con un solo vano y permite el tránsito peatonal bajo el puente en ambas riberas. Se ha resuelto con una tipología de canto variable, sistema que combina una estructura mixta en el vano central y hormigón pretensado en los laterales. Con una longitud total de 194 metros entre apoyos en estribos, se divide en cinco vanos continuos y la siguiente distribución de luces: 19+25+30+90+30.
La gran anchura del tablero -28,3 metros- ha motivado que se adopte una solución de doble cajón para la sección trasversal. Para el acero del vano central se han empleado 915 toneladas de acero cortén o autopatinable, que no necesita pintura y reduce costes de mantenimiento.
Para el montaje de este vano central, los días 6 y 7 de octubre de 2010 se llevó a cabo la espectacular intervención consistente en la elevación y posicionado sobre el río de dos vigas de 60 metros de longitud y 210 toneladas de peso cada una, mediante una grúa de celosía de 650 toneladas. Después, estas vigas cajón flotantes "se navegaron", controlando la operación con cuatro cables tirados desde "winches" situados en las orillas.
Una vez posicionadas las piezas en la vertical del puente se procedió a su izado mediante cuatro gatos hidráulicos con capacidad de 70 toneladas cada uno, telemandados desde una central informatizada que controló todo el proceso. Otros datos significativos son el uso de más 2.000 metros de pilotes en cimentaciones profundas; el empleo de 7.000 metros cúbicos de hormigón y más de un millón de kilos de acero en redondos para su armadura.
Urbanización de las calles anexas
El nuevo puente cruza el río Pisuerga permitiendo el tráfico rodado y el tránsito peatonal, uniendo de forma directa la calle La Rábida, ubicada al final del parque Ribera de Castilla, con la calle La Peseta. Respecto a las conexiones de tráfico, ha sido necesario reformar las intersecciones existentes para adecuarlas a la nueva distribución de tráfico, con las siguientes actuaciones:
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Nueva intersección entre la calle de La Peseta y la Avenida de Burgos mediante glorieta partida con semáforos, que da prioridad al tráfico de esta última, absorbe el incremento de tráfico originado en ese punto, y permite realizar los giros necesarios desde la Avenida de Burgos hacia la calle de La Peseta.
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Una nueva intersección entre el Camino de Cabildo y calle La Peseta con una solución en glorieta.
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En el enlace de la calle de La Rábida con Cardenal Torquemada, se ha invertido la rotonda partida existente dando prioridad a los vehículos que acceden desde el puente.
Además, se ha dado conexión con el nuevo puente a la glorieta del Camino del Cabildo en la margen derecha, con la calle de La Rábida en la margen izquierda. En este nuevo vial se han dispuesto una serie de conducciones a través del puente que cubren las necesidades transmitidas por todas las compañías.
Urbanización y acondicionamiento de las márgenes
La anchura del puente se distribuye en dos carriles de 3,50 metros con jardineras a ambos lados para separar el tráfico rodado de la zona peatonal, un carril bici de 3,20 metros de anchura, una amplia acera de 5 metros en el lado de aguas arriba, y una acera de más de 8 metros aguas abajo, que se plantea como un gran paseo sobre el río, con vegetación y zonas estanciales.
Cabe reseñar, en este sentido, que no se tiene constancia de la existencia de puentes con más de diez metros de franja para paso de viandantes y éste tendrá diecisiete. Destacan el paseo que vuela sobre el río, las aceras y plataformas realizadas con madera sintética (composite), con el aspecto y acabado de la madera natural, pero sin los problemas de degradación y mantenimiento que esta conlleva.
También hay que mencionar todas las jardineras que se han plantado con trepadoras y plantas aromáticas, la barandilla acristalada y la iluminación del puente que se fusionan en un conjunto muy singular, con hermosos acabados. Su proceso constructivo ha asegurado la continuidad de la mayoría del arbolado existente, prolongando el Parque Ribera de Castilla bajo el puente, y enlaza ambas márgenes mediante las aceras del tablero.
Plantación de arbolado
Para mejorar la integración en el entorno, se han incluido la restauración de ambas márgenes, aumentando considerablemente el número de árboles y especies vegetales preexistentes. También se han ampliado las sendas y caminos, que disponen de mobiliario urbano y unas nuevas mesas y bancos adaptados para personas con movilidad reducida.
Antes del inicio de los trabajos se realizó un estudio detallado de la avifauna, teniendo en consideración las especies presentes en el entorno. Así, se fijó un calendario de trabajos para que las acciones a ejecutar durante la época más sensible para la fauna -primavera y verano- fuesen lo menos impactantes reduciendo al máximo la incidencia sobre las poblaciones faunísticas de la zona.
Con la apertura, se ha conseguido una mejora del plazo previsto de casi tres meses. A la apertura de hoy ha asistido el arzobispo, Ricardo Blázquez, oriundo de Ávila, al llevar el puente en nombre de la mística que impulsó la reforma del Carmelo y realizó, en este barrio, la fundación de un convento en 1568, el cuarto de los realizados en su vida.