El Ayuntamiento celebra el Día Mundial del Síndrome de Down
El alcalde insta a interiorizar la normalización de estos ciudadanos, con plenos derechos y obligaciones
El alcalde insta a interiorizar la normalización de estos ciudadanos, con plenos derechos y obligaciones
El Salón de Recepciones de la Casa Consistorial ha acogido este lunes la lectura del manifiesto del Día Mundial del Síndrome de Down, por parte de Camino Álvarez Sahagún y Miriam Orejón Cruells –que padecen esta alteración genética-, en un acto presidido por el alcalde de la ciudad, Óscar Puente Santiago, y el presidente de Down Valladolid, Manuel Velázquez López.
El síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que ocurre en una de cada 1300 personas nacidas en España. Siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.
El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de estas personas.
La Asamblea General de las Naciones Unidas designo, en diciembre de 2011, el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down. Con esta celebración se pretende aumentar la conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades.
También se quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.
El alcalde de Valladolid instó a la ciudadanía a tomar el ejemplo de la normalización que lideran algunas personas afectadas por esta alteración genética y han conseguido destacar en campos como la Universidad, la interpretación u otros muchos en la vida diaria, y felicitó a todos por su ilusión y su capacidad para darnos "lecciones que no se enseñan en ninguna escuela", así como por "los pasos" que van dando, que "nos ayudan a los demás a abrir camino y mejoran la sociedad en la que vivimos".