El Museo de la Ciencia, con el patrocinio de Michelin, convierte la escalera mecánica del vestíbulo en un nuevo módulo expositivo
Todos los interesados pueden visitar el vestíbulo de forma gratuita
Todos los interesados pueden visitar el vestíbulo de forma gratuita
El Museo de la Ciencia de Valladolid, con el patrocinio de Michelin, transforma la escalera mecánica principal del edificio en un nuevo módulo expositivo. Una propuesta con la que el Museo se convierte en la primera institución del país en mostrar al público un mecanismo abierto de escalera mecánica.
Con ello, la instalación pasa a tener una doble finalidad: funcional y expositiva.
Así, la escalera mecánica, que cuenta con 55 escalones y con una velocidad de 1,6 km/h, une las dos plantas del vestíbulo del Museo, lo que supone un desnivel de 4,25 metros. Además, es capaz de transportar 6.070 personas por hora, lo que hace de ella un servicio esencial para los visitantes del Museo.
Además de esto, la escalera mecánica se incorpora ahora a la oferta expositiva del vestíbulo del Museo. Un espacio, de libre acceso al público, formado por un total de trece elementos:
- ¿Cómo funciona una escalera mecánica?
- Renault 4 CV: único coche de España, declarado Bien de Interés Cultural.
- Fórmula I – aerodinámica para no volar: coche con el que el equipo Williams –
Renault ganó en 1994 el Campeonato del Mundo de Constructores.
- Meteorito de Villalbeto: fragmentos del meteorito caído en la provincia de Palencia el 4 de enero de 2004.
- El ADN: el Ácido Desoxirribonucleico es responsable de que cada persona sea diferente a todas las demás.
- El Péndulo de Foucault: suspendido a más de 11 metros de altura, y formado por una esfera de hierro cromado de 20 centímetros de diámetro y 80 kilos de peso, este instrumento permite constatar el movimiento de rotación de la Tierra.
- Vídeo ‘¡Estás rotando con la Tierra… aunque no te des cuenta!: vídeo explicativo del funcionamiento del Péndulo de Foucault. Subido al canal youtube del Museo, cuenta con un total de 48.954 visitas.
- Pasteur, el detective del vino: espacio dedicado a la enología y a la pasteurización, que acerca al visitante a la cultura del vino a través de la Ciencia.
- El Ingenio de Castilla y León: sala que recoge una selección de sorprendentes artilugios ideados por inventores de la comunidad.
- Cienciómetro. Mide tu Ciencia: herramienta cuyo objetivo es estimular el proceso de aprendizaje científico y tecnológico a través del juego.
- Photocall 5º Congreso Solvay: una oportunidad para que el visitante se retrate con los científicos del 5º Congreso Solvay, celebrado en Bruselas en 1927.
- Ventana del Muncyt: módulo expositivo, escaparate al Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, que rinde homenaje al inventor Jerónimo de Ayanz.
- Un prisma para jugar: diferentes retos científicos ponen a prueba a los visitantes.
Todos los interesados pueden visitar el vestíbulo del Museo, de forma gratuita, en el horario habitual del Museo.
HISTORIA DE LA ESCALERA MECÁNICA
Los datos de las fuentes consultadas son contradictorios, pero se puede considerar que el primer antecedente de la escalera mecánica apareció a mediados del siglo XIX. En 1859, el norteamericano Nathan Ames inventó y patentó algo que llamó ‘escalera giratoria’, considerada como la precursora de las escaleras mecánicas.
El diseño de la instalación formaba un triángulo equilátero que requería que los pasajeros saltasen para subir a la escalera en la base y volvieran a hacerlo para descender de ella en el extremo superior. Sin embargo, Ames murió en 1860 y la escalera nunca se construyó.
El primer tipo operativo de escalera mecánica fue patentado en 1892 por Jesse W. Reno, y presentado en 1896 en el parque de atracciones de Coney Island, en Nueva York. También durante esa década, George H. Wheeler patentó una escalera móvil con pasamanos móvil y peldaños planos, a la que se accedía y de la que se descendía desde la parte lateral. En 1898 Charles D. Seeberger compró la patente de Wheeler, y en 1899 se incorporó a Otis Elevator Company para desarrollar la primera escalera móvil con peldaños. Precisamente fue Seeberger quien inventó la palabra ‘escalator’ (escalera mecánica) a partir de la palabra ‘scala’ (peldaños en latín) y la palabra ‘elevator’ (ascensor), en esa época ya de uso generalizado en EE.UU, y la registró como una marca comercial para escalera móvil. La unión entre Seeberger y Otis produjo la primera escalera mecánica comercial, presentada en 1900 en la Exposición Universal de París.
También hay discrepancias acerca de la primera escalera mecánica instalada en España. Parece que este dispositivo fue presentado por primera vez en la Feria Regional en Valencia, en 1909.
Antes de la Guerra Civil, la empresa SEPU abrió tres centros en Zaragoza, Madrid y Barcelona, que habrían contado con escalera mecánica desde su inauguración. Todos reclaman haber sido los primeros, aunque otras fuentes indican que sería anterior la escalera instalada en el Metro de Barcelona en 1932, que ya había estado en funcionamiento en la Exposición Internacional de 1929. En el Metro de Madrid se instalaron las primeras escaleras mecánicas en 1961, en las estaciones de Aluche y Plaza de España.
Por otro lado, la estación de Parque Pobedy del Metro de Moscú, inaugurada en 2003, con una profundidad de 84 m en vertical desde la superficie, cuenta con la escalera mecánica más larga del mundo en la actualidad. Es de un solo tramo de 126,8 m de largo y tiene 740 escalones.
La más larga de España es la de la estación de Intxaurrondo, en el Metro de San Sebastián, que salva un desnivel de 17,95 m.