Descripción
- El Museo cuenta con el apoyo de Abadía Retuerta en la organización de la exposición y además una de las obras de la Colección Sandretto Re Rebaudengo, del artista Jeppe Hein, titulada ‘Flowing Water’ (2006), permanecerá expuesta en Abadía Retuerta
- La exposición se puede ver en las salas 3, 4,5 y 8, del 11 de junio al 1 de noviembre
El Museo Patio Herreriano ha acogido esta mañana la presentación de la exposición "Una revelación. Obras de la Colección Sandretto Re Rebaudengo", en un acto que ha contado con la asistencia dela concejala de Cultura y Turismo, Ana María Redondo; la presidenta de la Fundación Sandretto Re Rebaudengo, Patrizia Sandretto Re Rebaudengo; el CEOE de Abadía Retuerta, Enrique Valero; el director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Juan Antonio Álvarez; y el director del Museo Patio Herreriano, Javier Hontoria.
Se trata de una exposición de gran escala con la que el Museo Patio Herreriano se asoma a algunas de las cuestiones más relevantes del panorama internacional a través de una selección de obras de la que puede considerarse una de las colecciones privadas más importantes de Europa. La italiana Patrizia Sandretto Re Rebaudengo, afincada en Turín, comenzó a coleccionar hace ahora treinta años y lo hizo con una visión radicalmente contemporánea, si bien entre sus fondos encontramos también obras históricas que ayudan a dar contexto a las obras realizadas en las últimas décadas. Como sabemos, de un tiempo a esta parte el Museo Patio Herreriano ha venido realizando una fuerte apuesta por el arte español. Sirva esta exposición, por tanto, como un primer paso para confrontar el arte realizado en nuestro país con las propuestas más vanguardistas del escenario internacional.
La idea que sobrevuela a "Una revelación" es la de la capacidad del arte para afrontar lo real desde una posición alternativa. Esto no significa que las obras aquí expuestas eludan la realidad –hay, de hecho, posiciones de fuerte naturaleza política- sino que plantean nuevas formas de entender las complejidades de nuestro mundo más allá de las normativas. Como ya sabemos, las obras de arte de nuestro tiempo no siempre se expresan desde la lógica, no se definen por medio de lecturas unívocas. Al cabo, no siempre quieren decir algo, y bien pueden muchas veces no significar nada. A la postre, somos nosotros quienes hemos de hablar, decir, a través de ellas y modelar nuestra propia interpretación de cuánto nos rodea.
La celebración de los treinta años de Patrizia Sandretto Re Rebaudengo como coleccionista, que coincide con el veinte aniversario de la creación del Museo Patio Herreriano, se amplía a Sevilla, donde el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo ha realizado una selección de obras de la colección piamontesa que se ha instalado en la parte histórica del museo de la Isla de la Cartuja. Ambas muestras, la vallisoletana y la sevillana, tienen lugar de forma simultánea, lo que da buena idea de la envergadura de esta colección.
"Una revelación. Obras de la Colección Sandretto Re Rebaudengo", se despliega en el Patio Herreriano en las cuatro salas de la segunda planta. En ellas nos acercamos a asuntos como la teatralidad y la puesta en escena -Sala 3-, origen y motivo esenciales de toda obra de arte y lugar en el que el arte "ocurre". Aquí encontramos alusiones directas al concepto de escenario como pretexto y metáfora de la creación, y referencias a la escenificación más o menos veladas, como las de Cindy Sherman o Philip Lorca-di Corcia. Una mirada al rol de la mujer en las artes visuales y la pujanza con la que afortunadamente irrumpió de forma definitiva en el contexto artístico a partir de la década de los setenta puede verse en la Sala 4. Con obras reivindicativas y políticas en mayor o menor grado, este espacio está concebido únicamente a partir de obras realizadas por mujeres, muchas de ellas ya históricas, como Babette Mangolte, Rosemary Trockel o Catherine Opie, y más contemporáneas, como Sarah Lucas. La Sala 5 explora una cuestión crucial en nuestro tiempo y una de las que más atención recibe por parte de artistas visuales: la relación, cuando no tensión, entre lo analógico y lo digital. Esta dualidad se ve con especial nitidez en la forma de representar objetos y seres vivos, motivos que han sufrido una transformación drástica con el advenimiento de las tecnologías digitales. A obras de fuerte raíz analógica como la reflexión en torno a los objetos de Andrea Zittel se enfrentan las reflexiones en torno al material que propone Magali Reus mientras que junto a la representación cotidiana de un gato por parte de los clásicos Fischli/Weiss encontramos la circulación líquida y trepidante de los animales de Katja Novitskova. Finalmente, la Sala 8, uno de los espacios emblemáticos del museo, aborda el siempre atractivo asunto de la ambivalencia, sustancia germinal de toda gran creación. Con obras de Mark Manders, Jeff Wall o Sharon Lockhart, esta sala demuestra que el arte requiere siempre una segunda mirada, que no debemos dar nunca nada por sentado.
La Fundación Sandretto Re Rebaudengo
La Fundación Sandretto Re Rebaudengo, una de las primeras fundaciones privadas de Italia, se creó en Turín el 6 de abril de 1995. En Italia, la Fundación cuenta con dos sedes expositivas, la primera en el Palazzo Re Rebaudengo en la localidad de Guarene d'Alba (desde 1997) y su sede de Turín (desde 2002). Fundada por Patrizia Sandretto Re Rebaudengo, es una institución sin ánimo de lucro que apoya el arte contemporáneo y, en particular, la producción de jóvenes artistas.
La Fundación distribuye y promueve el arte contemporáneo, tratando de atraer a un público más amplio a través de cursos de arte para adultos y para familias, talleres para estudiantes y un servicio de mediación cultural, un medio para acompañar al visitante a través de la exposición. La Fundación promueve un programa de proyectos experimentales e interculturales, así como apoya a los artistas, también a través del encargo de nuevas obras de arte, el trabajo en sinergia con otras instituciones para la difusión y mejora del arte y la organización de residencias para jóvenes curadores.
Acerca de la historia y el arte de Abadía Retuerta
Abadía Retuerta comienza su historia en el siglo XII, en Sardón de Duero, Valladolid. Alberga una de las obras más importantes del románico en la provincia de Valladolid: el monasterio de Santa María de Retuerta. Su fundación se remonta al año 1146 y es debida a Doña Mayor, cuarta hija del Conde Pedro Ansúrez, fundador de Valladolid. Es un edificio declarado, mediante Decreto de 3 de junio de 1931, Bien de Interés Cultural (BIC), en su categoría de monumento, con un gran valor arquitectónico e histórico. El arte es uno de los valores principales en Abadía Retuerta, que cuenta con un museo al aire libre del escultor alemán Ulrich Rückriem y una colección privada de arte con más de 170 piezas que van desde el siglo XII hasta el siglo XXI; Palma el Joven, Guardi, Panini, Joan Miró o Rückriem se convierten en protagonistas de cada rincón junto con tapices franceses, bargueños españoles, pintura, escultura, relieves, alfombras o mobiliario histórico. Una de las últimas incorporaciones a su colección de arte es una pieza única de acero realizada por Eduardo Chillida en 1959, ‘Rumor de Límites V’. Asimismo, en 2021 inició un proyecto de artistas en residencia con el que acoge a artistas del panorama nacional e internacional y les invita a vivir y trabajar en este destino experiencial. El primero de los artistas fue Abderrahim Yamou (Casablanca, 1959).
Lo que fuera entonces la abadía de Santa María de Retuerta es hoy algo más que un hotel y una bodega. Es un proyecto que, con enorme responsabilidad y generosidad, conserva y amplía un legado de más de nueve siglos. En este compromiso por compartir con las generaciones presentes y preservar una herencia para las futuras, Abadía Retuerta apuesta por continuar añadiendo capas de valor a su historia con la creatividad propia del siglo XXI. Esto lo hace en la gastronomía, en la viticultura y también en el arte. Desde hace algo más de un año y siguiendo los valores de sostenibilidad y excelencia, puso en marcha un proyecto de arte que tiene como finalidad poner en valor las colecciones existentes y ampliarlas. Una parte fundamental de este proyecto –concebido, comisariado y desarrollado por Frenesí Fine Arts– es la colaboración con otros agentes culturales, entendiendo la cultura como un valor social fundamental y motor para un futuro mejor.