Fecha de la noticia
10 de julio de 2015
Descripción
El concejal de Seguridad, que se reunió con los once agentes, busca un destino para los animales y plantea una reestructuración completa de la Policía Municipal
La Unidad de Policía a Caballo, formada por once agentes, dejará de patrullar el 30 de agosto –fecha provisional- y sus efectivos serán distribuidos en otros servicios, buscando una mayor eficiencia, pero siempre con el objetivo de no perjudicarles económicamente y de forma "no traumática".
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Mientras tanto, según explicó el concejal de Seguridad, Luis Vélez, tras la reunión mantenida con los propios interesados y la jefa de la Policía Municipal, el departamento buscará salida a los animales, para los que se barajan varias soluciones, en contacto con el Ejército y alguna ONG que usa caballos para su uso en terapias con niños con discapacidad, con quienes se podría firmar un convenio de cesión.
Igualmente se valora la posibilidad de cedérselos a los propios policías, que han manifestado su interés, alternativa sobre la que se ha solicitado informe jurídico.
La desaparición de esta Unidad, por tanto, coincidirá prácticamente en el tiempo con el aniversario de su puesta en marcha, en septiembre de 2012, de modo que cumpliría ahora tres años de funcionamiento, durante los cuales se ha asumido un gasto de 38.000 euros al año por su pupilaje, además de otros en herrajes, transporte y elementos necesarios para los animales.
Asimismo, se hablará en los próximos días sobre la cancelación del contrato con la empresa encargada del pupilaje en Tudela de Duero, para que sea lo menos gravoso posible para el Ayuntamiento, buscando una solución más allá de aquella que define la ley, que sería el pago por el Ayuntamiento del 3% del coste pendiente, hasta septiembre de 2017, cantidad que Vélez calculó en aproximadamente 2.000 euros.
El concejal destacó el trabajo y esfuerzo personal de los policías que fueron asignados en aquel inicio, que se implicaron en la doma de las yeguas donadas y han venido realizando un servicio digno de agradecer, afirmó Vélez, a pesar de la escasa operatividad, de la que ellos no son responsables, puesto que la decisión de crear la Unidad fue "unilateral, de una sola persona y sin consultar con nadie sobre su necesidad".
Vélez subrayó, además, las dificultades que suponía que el picadero en el que se encontraban los animales se encontrara en Tudela, a muchos kilómetros de la capital, lo cual suponía que se perdiera mucho tiempo en el desplazamiento de los agentes hasta aquel lugar y el traslado de los caballos a diario a la capital.
El concejal transmitió a sus interlocutores que el departamento afronta un momento de cambio que se puede aprovechar para definir una transformación en su estructura, y afirmó su intención de implicar a sindicatos y agentes para que le trasladen las mejoras que convendría promover, entre ellas, apostar por una mayor motivación de los efectivos que redunde en un mejor servicio a la ciudadanía.