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Hoy, 8 de junio de 2017, se ha dado por concluida la demolición y retirada de la totalidad de los aplacados de piedra caliza que revestían los estribos y pilas del viaducto sobre las vías del ferrocarril en el paseo del Arco de Ladrillo.

Se han eliminado los aplacados de revestimiento que se realizaron en su día para mejorar la estética de tan voluminosa obra de fábrica, cuyos acabados de hormigón dejaban mucho que desear. Los espesores de mortero empleados para recibir el aplacado fueron de gran magnitud lo que, añadido a las propias piezas de caliza, sumaba un peso muy importante que, tras años de filtraciones y vibraciones, hizo que el conjunto tendiera a desprenderse del paramento interior de hormigón, con lo que en estos últimos años habían comenzado a producirse desprendimientos. Fueron necesarias varias intervenciones para retirar algunos paños que habían comenzado a desprenderse o estaban a punto de hacerlo. Revisada la totalidad de los aplacados, se decidió su completa eliminación, dado que en el estado en el que se encontraban no podía garantizarse la seguridad de los peatones y de los vehículos aparcados. Se han eliminado unos 2.000 m² de revestimiento, con alturas de hasta 6,40 m, y espesores medios entre la piedra y el mortero de agarre de unos 12 cm. El resultado de la intervención ha empeorado el aspecto de los paramentos verticales de este paso elevado, pero debe entenderse que lo que prima es la seguridad: la imagen estética debe pasar a un segundo plano. Aprovechando esta actuación se ha realizado una revisión del conjunto de la estructura, en busca de otros puntos que requirieran alguna otra intervención de urgencia. En todo caso, será a medio plazo cuando se disponga de datos que permitan concretar la vida útil que le queda a este paso elevado, antes de su demolición y sustitución definitiva por un túnel, según se decida.