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Descripción

· Jesús Peña ha sido el encargado de versionar y dirigir esta nueva producción del clásico de Pedro Calderón de la Barca.

La concejala de Educación y Cultura, Irene Carvajal; el director del Teatro Calderón, Txema Viteri; el director de Teatro Corsario, Jesús Peña, y el actor Carlos Pinedo han presentado esta mañana el espectáculo "El alcalde de Zalamea", de Calderón de la Barca, que se estrenará el próximo día 30 de septiembre en Valladolid, en el Teatro Calderón.

Un espectáculo coproducido por Teatro Corsario y Teatro Calderón en versión, dirección y escenografía de Jesús Peña, que cuenta con música de Juan Carlos Marín, iluminación de Xiqui Rodríguez, sonido de Xabi Sainz y vestuario de Lupe Estévez, con un reparto encabezado por Carlos Pinedo y Blanca Izquierdo, Javier Bermejo, Pablo Rodríguez, Luis Heras, Raúl Escudero, Alfonso Mendiguchía y Teresa Lázaro.

Se trata de una nueva producción de la obra de Pedro Calderón de la Barca versionada por Teatro Corsario, compañía de larga trayectoria artística y de importante reconocimiento, tanto en Valladolid como a nivel nacional e internacional, en países como Francia, Gran Bretaña, Alemania, Austria, Italia, Portugal, Holanda, Dinamarca, México, Colombia, Ecuador, Uruguay, Puerto Rico, Estados Unidos y China.

Sobre Teatro Corsario

Teatro Corsario es una compañía de teatro profesional fundada por Fernando Urdiales, pilar del Teatro Calderón, en 1982. Su larga trayectoria se caracteriza por un especial tratamiento de los clásicos en lengua castellana que la ha situado entre las más importantes compañías de verso a nivel nacional y en países de habla hispana. Son más de cuarenta sus producciones escénicas y muchas de ellas premiadas por distintas entidades y festivales: varios Premios Valladolid, Festival Garnacha de La Rioja, Premio Castilla y León de las Artes a Fernando Urdiales, Festival de Ribadavia, Premio de la revista teatral ‘Artez’, Premio de la Feria de Teatro de Castilla y León, Premio Max Revelación por Celama, Piñón de Oro, Premio Adolfo Marsillach, varios premios de la Unión de Actores de Castilla y León y Premio Mejor Montaje Escénico en el Festival Garnacha de La Rioja por Traidor, en 2019.

En escena, Teatro Corsario ha puesto textos de los más importantes autores del Siglo de Oro, como Pedro Calderón de la Barca, Tirso de Molina, Lope de Vega o Lope de Rueda, y ya en el romanticismo José Zorrilla.

De este último autor fue su última producción, que también contó con la coproducción del Teatro Calderón de Valladolid y obtuvo un notable éxito en sus representaciones en la Sala Principal y en otros teatros dentro de su gira nacional.

Es, por tanto, de máximo interés para el Teatro Calderón y la Fundación Municipal de Cultura la puesta en escena de un nuevo espectáculo de esta compañía y es por ello que se coproduce "El alcalde de Zalamea" y se realizan dos representaciones en la Sala Principal en 2023.

Tras haber puesto en escena seis obras de Calderón de la Barca, la compañía Teatro Corsario estrena la séptima consciente de estar ante una de las más grandes y sabiendo que sólo la puede afrontar desde el estudio riguroso de su esencia, así como de la forma precisa de decir el verso, una de sus señas de identidad. Y la estrena en el Teatro Calderón, cuyo nombre celebra al famoso autor y, como carambola, resulta que fue inaugurado en 1864 con esta misma obra, teniendo aún el telón de boca original con la representación de una de las escenas de esta obra.

La obra

"El alcalde de Zalamea" es mucho más que un drama de honor. Tiene bastante de comedia y no es extraño que unas cuantas escenas provoquen la risa y la sonrisa. Se mueve en un código de complicidad con el espectador, haciéndole participar de las andanzas de unos personajes que, en rigor, no querríamos tener de amigos. Pero eso es, entre otras muchas cosas, lo maravilloso de su escritura. Cuenta la historia de una violación y su difícil castigo. En este punto, como no podría ser de otro modo, sólo cabe la exposición del horror y la dureza de los argumentos puestos en boca de personas perfectamente reconocibles, sacados de la vida misma.